Quilmes: lecciones acerca de un obrero que muere tras ser contagiado por su patrón

Escribe Eme Ku

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El pasado domingo 29, se confirmó la muerte de un trabajador en Quilmes, luego de estar internado algunos días en la Clínica Ranelagh, e incluso haber sido dado de alta.

Lo particular del caso es que este trabajador fue contagiado del Covid-19 por el patrón de la empresa donde trabajaba. Cuando volvió de vacaciones, el patrón no realizó la cuarentena ni respetó el protocolo de higiene. El nombre de la empresa no ha sido revelado, como tampoco el nombre de su dueño.

Es una cruda muestra de los límites enorme de la política de “aislamiento social” de los FF. Los miles que son obligados a trasladarse diariamente a las fábricas que se encuentran encuadradas en los que el DNU (y sus modificaciones) declaró esenciales, se suman a las empresas que obligan a ir de todas maneras a sus trabajadores, sean “esenciales” o no. La desidia que mostró este patrón es la misma que se observa a lo largo y ancho del país, desde los que no dan licencias hasta los que aprovechan la ocasión para consumar despidos. En este caso el afán de lucro puso en peligro al propio patrón, o sea que el capital juega con la vida de quienes lo encarnan.

A su vez, el Estado deja completamente desprovistos de toda cobertura sanitaria-legal a los trabajadores, ya que el coronavirus no es legalmente considerado enfermedad profesional.

Mientras las fuerzas represivas, detienen a jóvenes en las barriadas, estaciones y colectivos, para que se cumpla con la cuarentena, lo ocurrido en Quilmes demuestra que no se aplica la misma vara a la patronal. Después del fallecimiento se dispuso la cuarentena obligatoria de los familiares del compañero.

El municipio debe responder

No hay noticias de que la empresa haya sido clausurada preventivamente, tampoco represalias legales contra el patrón. La intendenta es una kirchnerista ortodoxa que disfruta con la militarización del distrito, como una reivindicación tardía de Milani. Pretende demostrar que Quilmes es un ejemplo para toda la provincia.

Sergio Berni, precisamente, instaló sus oficinas en la sede de la UNQUI, (de paso, violando la autonomía de la Universidad) y se ha dedicado a recorrer personalmente las barriadas y asentamientos más humildes del distrito, amenazando con detenciones masivas. Mientras tanto, la CGT regional se mantiene piadosamente callada, o sea cómplice. Es la mayor enemiga de una cuarentena obrera – con quincenas pagas.

Como primera medida, todos los trabajadores de la empresa deben ser sometidos inmediatamente a las pruebas para detectar si fueron contagiados, pasando a la cuarentena, con todos sus derechos laborales, contractuales y de salarios respetados.

Reparto de las horas de trabajo en las empresas con actividad esencial. Suspensión de actividades inmediata en actividades “no esenciales”.

Aumento de la frecuencia del transporte, sobre todo en horario pico, con las condiciones higiénicas correspondientes.

Comisiones de seguridad e higiene en todos los establecimientos y lugares de trabajo, electos y revocables en asambleas, que elaboren un protocolo propio para velar por las condiciones sanitarias y de higiene en cada lugar. Inclusión del Coronavirus como accidente laboral, cobertura de todas las familias afectadas.

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