Residentes y concurrentes debaten la huelga indefinida

Nuevo paro y movilización contra la transa entre Médicos Municipales y Larreta

Escribe Lucía Guevara

Tiempo de lectura: 3 minutos

Las autoridades del Ministerio de Salud de CABA habían convocado a representantes de residentes y concurrentes a una reunión para el día de ayer, a las 17.30 hs. Como comentamos en esta nota, la asamblea de RyC había definido concurrir a dicha instancia en el marco de una jornada de paro y movilización. Sin embargo, al llegar a la cita, los funcionarios del ministerio se negaron a recibirnos en el contexto de medidas de fuerza. Después de permanecer en la puerta de las oficinas de Bolívar 1 durante horas, finalmente se dignaron a dialogar, pero no dejaron entrar a los representantes de los hospitales, sino solo a dos personas por toda la asamblea.

El intercambio que surgió de este encuentro fue la gota que rebalsó el vaso. Ferrante, el número 2 de Quirós, afirmó que los residentes “no son trabajadores”. Este fue uno de los motivos por los cuales quienes sostenemos el funcionamiento real y cotidiano de hospitales y centros de salud fuimos a la huelga indefinida en 2019, volteando la ley que pretendía desconocer esta condición para negar nuestros derechos. Además de intentar humillar a nuestros representantes, Ferrante dilató cualquier definición, sin resolver ningún reclamo, y convocó a una nueva reunión para la semana próxima, recién para el martes 11.

El funcionario contaba en su haber con el visto bueno de la burocracia de Carlos Rojo -de Médicos Municipales- y de Andrés Añón -de la Federación de Profesionales- para su última oferta paritaria. Ambos dirigentes, cercanos al gobierno nacional, habían aceptado el día anterior un 17 % por encima del acuerdo pactado por Sutecba. Según los cálculos creativos de la burocracia esto contabilizaría un 86 %, aunque el aumento real es mucho menor porque las cuotas se derivan de la base salarial de diciembre de 2021. Esto sin mencionar una proyección de inflación para 2022 de 95 % como piso.

Con este 1 7%, que era lo que AMM y Federación querían, pero que solo consiguieron tras los cuatro paros y movilizaciones convocadas por la asamblea de RyC, el gobierno porteño pretendía dar por finalizado el conflicto. Para residentes y concurrentes, esto significaba aceptar un sueldo inicial que en diciembre rondaría entre los 140 y los 150.000 pesos, muy por detrás de las otras jurisdicciones y completamente disociado del costo de vida. La asamblea había fijado su reclamo en un salario inicial de 250.000 pesos, acorde al costo de la canasta familiar de CABA.

Asamblea

Las intervenciones en la asamblea dieron cuenta de que se había llegado a una situación límite. Los paros aislados, de uno o dos días por semana, no daban el resultado esperado. La transa de Médicos Municipales y Federación con Larreta tuvo su traducción en los hospitales, en una campaña de amenazas y extorsiones que el personal jerárquico y las autoridades gremiales dispersaron sobre compañeras y compañeros. En este marco, el problema de un paro indefinido, por tiempo indeterminado, comenzó a discutirse en pequeños grupos y luego a viva voz en la asamblea general.

Una compañera tomó el micrófono y argumentó que era el momento para votar un paro por tiempo indeterminado, ya que de esa forma se podría evitar el desgaste, poniendo toda la fuerza en juego para facilitar una solución pronta del conflicto. Otro compañero añadió que serviría para patear el tablero de las negociaciones entre el gobierno y la burocracia, todavía inconclusas. Al ver nuestra determinación de luchar a fondo contra la entregada en la paritaria, profesionales de planta podrían sumarse al reclamo, como ya ocurre con el Servicio Social del Hospital Moyano, en lucha hace semanas.

El papel más conservador fue asumido por los militantes del FIT-U. La agrupación del PTS intervino proponiendo postergar una nueva jornada de paro para el martes de la semana próxima, siguiendo la agenda diseñada por Ferrante. Esto fue descartado, ya que se consideró que regalaba un tiempo precioso para que las direcciones de los sindicatos firmaran la entregada de la paritaria con el gobierno, mientras los aprietes se redoblarían sobre las y los compañeros al interior de los servicios.

Tras el debate, se acordó parar y movilizar este miércoles nuevamente a las oficinas del ministerio. Allí se pondrá a consideración la posibilidad de votar una huelga indefinida hasta que el gobierno se digne a escuchar y resolver los reclamos en juego. La jornada evidenció que el salario mínimo igual al costo de la canasta familiar y la necesidad de apelar a la huelga indefinida para conquistarlo es una conclusión que penetró profundo en el activismo de residentes y concurrentes.

Tras el triunfo del neumático, una huelga indefinida de la salud pública representaría un nuevo envión de la clase obrera en la crisis nacional. El colapso de la economía capitalista, con una tendencia marcada a la hiperinflación y el sometimiento de las direcciones sindicales al marco propuesto por los gobiernos y el FMI, son las circunstancias que empujan a los trabajadores a ocupar las calles y a asumir el protagonismo, tomando la resolución de sus reivindicaciones en sus propias manos.

Suscribite al canal de WhatsApp de Política Obrera