12 años del crimen de Mariano Ferreyra

Escribe Eugenia Cabral

20 de octubre 2010-2022.

Tiempo de lectura: 3 minutos

“…el sueño violento de los Caídos…”

En su poema escrito por el asesinato de Mariano Ferreyra, Alberto Arias dijo: “De esta tierra que piso se levanta el sueño violento de los Caídos”. Ese “sueño” es la lucha que se desarrolló tras el asesinato de Mariano en Barracas, a manos de una patota de la Unión Ferroviaria. Aquel día también balearon e hirieron a Elsa Rodríguez, Nelson Aguirre y Ariel Pintos. El asesinato de Mariano fue “Un crimen contra la clase obrera”, como dijimos desde el principio.

Ese “sueño violento de los Caídos” impulsó la lucha en las calles y en los tribunales por Justicia para Mariano – Cárcel a Pedraza hasta conseguir, en 2013, la condena de los autores materiales del crimen (Favale, Sánchez y Díaz) y los autores intelectuales: los burócratas sindicales José Pedraza y “El Gallego” Fernández. Zafaron de ir a la cárcel los responsables políticos. ¿Qué quiénes eran? Bueno, desde Carlos Tomada, ministro de Trabajo, hacia abajo y hacia arriba, la lista es demasiado larga.

Ese “sueño violento de los Caídos” fue soñado por los cientos de miles de trabajadores argentinos que se pronunciaron de inmediato, porque la lucha de Mariano era la que el pueblo sentía como fundamental: contra la precariedad laboral. La precariedad que empuja a chicas y muchachos a pedalear sus bicicletas por las calles al mango para entregar pedidos, hasta que alguna o alguno es atropellado por otro vehículo. La precariedad del personal de salud pública, que dejó la vida combatiendo contra la pandemia de Covid-19, para no obtener ni siquiera un trabajo estable. La precariedad de trabajadores industriales sujetos a tercerizaciones porque las grandes empresas no quieren hacerse cargo de las obligaciones patronales. La precariedad de empleadas domésticas que deben descuidar los hijos porque no hay guarderías para ellos; o deciden no tenerlos para poder trabajar. Las ciudades son precarias, el amor es precario, las relaciones familiares son precarias. La decadencia del capitalismo resquebraja hasta la tierra.

Cuando el sueño se hace arte y poesía

Aquel “sueño” fue recogido también por artistas y escritores rebeldes a los “mercados culturales”. Se realizaron festivales multitudinarios de música y artes en Plaza de Mayo y otras plazas de la Argentina con renombrados artistas. Decenas de pinturas murales colectivas e individuales se plasmaron en ciudades y pueblos del interior, además de Buenos Aires. El libro “¿Quién mató a Mariano Ferreyra?”, de Diego Rojas, sirvió luego de base al guion de una película en el género docudrama, con ese mismo título, ambas obras con enorme repercusión de público. En Córdoba convocamos a las Jornadas de Poesía por Mariano Ferreyra y, a partir de ellas, nació la iniciativa de compilar una antología: 40 autores argentinos publicaron en “Poesía por Mariano Ferreyra”, que salió por venta anticipada de ejemplares. Con el mismo método de financiación se grabó “Cuerpo - Canciones a partir de Mariano Ferreyra”, con músicos y cantantes de primera línea. La nota relevante es que entre esos cientos de creadores artísticos y literarios solo un puñado pertenecía al mismo partido político que Mariano (el Partido Obrero de aquel momento), pero soñaban un mismo sueño.

¡Esta lucha sigue!

Y sigue y seguirá porque quienes nos gobiernan son casi los mismos que gobernaban el país cuando se cometió este y otros crímenes contra la clase obrera, pues muchos líderes sociales fueron asesinados bajo el pretexto de la Ley antiterrorista de 2007.

Seguirá porque el disciplinamiento represivo de las masas oprimidas prosigue con asesinato a “gatillo fácil” de la policía, con desalojos a punta de pistola de terrenos ocupados por familias sin vivienda, con cárcel para habitantes originarios que reclaman legítimamente sus tierras.

Seguirá porque los “derechohumanistas” K ¡nunca abrieron los archivos de la dictadura militar 1976-1983!

Y seguirá, sobre todo, porque la precariedad laboral se ha incrementado hasta la vergüenza. Pero el ejemplo de Mariano Ferreyra seguirá alentando “el sueño violento de los Caídos”. Violencia de nacimientos. Violencia que es no es de muerte para la humanidad, sino “la partera de la historia”.

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