Facundo Moyano y Florencia Cañabate se postulan como personeros de las patronales

Escribe Marina Mendieta

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El 25 de octubre pasado, el SUTPA, bajo la conducción de Facundo Moyano y Florencia Cañabate, se declaró en estado de alerta y movilización y convocó a un paro nacional de peajes y afines. La movilización se dirigió al Ministerio de Trabajo, donde los representantes del sindicato se reunieron con las empresas concesionarias -privadas y estatales- de los accesos y la ministra Kelly Olmos. La agenda de la reunión estuvo encabezada por el pedido de las empresas AUSOL (Acceso Panamericana) y GCO (Acceso Oeste) de un aumento de las tarifas del 50% y la resolución del conflicto en AUBASA (Autopista Buenos Aires-La Plata), por la situación de los puestos de trabajo que peligran debido a la automatización del cobro de peajes y el atraso de haberes.

No hubo asamblea alguna que vote este plan de lucha ni que discuta los objetivos y las necesidades de los trabajadores de la actividad. Fue una decisión unilateral e inconsulta que responde a las necesidades de una burocracia que está quedando dibujada en la transformación de la actividad, luego del fracaso de la política gremial llevada a cabo por Moyano respecto a la automatización y la preservación de los puestos de trabajo.

Las empresas atan los aumentos salariales al valor de las tarifas. Moyano y Cañabate abonan ellos mismos la idea de un aumento de tarifas para que se paguen los aumentos paritarios. Su política de colaboración con las patronales a favor de un tarifazo es indiscutible. Poner al sindicato de peajes al servicio del aumento de tarifas que repercute en el bolsillo de los usuarios y que, en caso de los transportes, se trasladan a precios, es una manifestación de ´sindicalismo empresario´.

El conflicto entró en un impasse. El Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria hasta el 7 de noviembre. Las empresas, por su parte, colocaron una demanda en la Cámara de Comercio Internacional y amenazan con recurrir al CIADI por considerar vulnerados los "derechos" de los acreedores ante la posibilidad de que la justicia aplique la intervención estatal de ambas empresas concesionarias de los accesos oeste y norte.

Para Moyano y Cañabate, el modelo a seguir es el de Larreta en la CABA, donde se encuentran los peajes más caros del país en relación a precio y kilómetros. El SUTPA toma como propio el programa del macrismo. Los grandes ausentes de esta política somos trabajadores, que vemos mermar día a día nuestro salario y nuestro futuro.

Luchemos por asambleas deliberativas y se vote un plan de lucha. No a la verticalidad y a las decisiones inconsultas. No al tarifazo, sí al salario.

No a una política gremial pro patronales. Por la independencia del SUTPA de las empresas concesionarias.

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