La lucha de residentes y concurrentes en el centro del escenario político

Escribe Lucía Guevara

Que nada se resuelva a espaldas del movimiento.

Tiempo de lectura: 4 minutos

Horacio Rodríguez Larreta la pasó mal en “A dos voces” cuando los periodistas lo interpelaron por el conflicto de residentes y concurrentes. Intentó zafar echándole la culpa a “la inflación”, como si se tratara de un fenómeno natural que aquejaría a los trabajadores con independencia de la política de los gobiernos y las patronales. Lo cierto es que las arcas porteñas se benefician a diario con ella, gracias a los impuestos asociados a los precios, como ingresos brutos o el sello de las tarjetas de crédito. La diferencia entre la recaudación mensual inflacionaria y los aumentos salariales que se les niegan a los médicos, profesionales y a todos los municipales, configura una expoliación sistemática de características millonarias ejecutada por el macrismo porteño en los últimos 5 años, pandemia incluida.

El jefe de gobierno trató de salir bien parado, agradeciendo a la salud pública por su rol frente al Covid, que atribuyó a la buena gestión de su pollo para 2023, Fernán Quirós. Mientras los trabajadores de la salud dejaban el cuerpo, y la vida, en los hospitales, la “gestión” porteña les retaceaba equipos de protección personal, negaba el derecho a licencias y aprovechaba para socavar sus salarios suspendiendo las paritarias. Lejos de reforzar a la salud pública, Quirós la exprimió al mango, desatendiendo todas las patologías no Covid en una política que obligó a residentes y concurrentes a abandonar sus programas formativos y especialidades. La escasa incorporación de personal se hizo de forma precaria, a través de contratos que luego fueron dados de baja.

El lugar central que se ganó la lucha de residentes y concurrentes, con una huelga indefinida que puso en jaque el funcionamiento de los hospitales (https://politicaobrera.com/8214-residentes-en-huelga-hospitales-en-llamas), obligó al candidato Quirós a echar lastre. El ministro salió a anunciar un aumento de 20 mil pesos a residentes, por fuera de la paritaria, que otorgó unilateralmente. Pero el tiro le salió por la culata: lejos de aplacar las protestas, solo logró incrementarlas. Por el lado de residentes, el aumento fue rechazado por completamente insuficiente; por el lado de los trabajadores de planta, se incrementó la presión para que los aumentos salariales impactaran en toda la carrera profesional.

El giro de la burocracia

Esta crisis sacudió a las estructuras sindicales, que pegaron un giro de 180°. Después de haber calificado como “buena” una paritaria del 86% en cuotas, para salarios devaluados que deberán enfrentar una inflación superior al 100%, Federación de Profesionales convocó a un paro para hoy y participó de la movilización al Ministerio de Salud con el movimiento de lucha. La medida estuvo precedida por grandes asambleas autoconvocadas de residentes y profesionales de planta en los días previos, que en casos como el Durand ya había votado ir al paro sin esperar al llamado de los gremios.

Por el lado de Médicos Municipales (AMM), anunció que exigiría un salario inicial de 200 mil pesos para toda la carrera profesional, y un paro para el próximo martes 8 si este pedido es rechazado por el gobierno. A la movida se sumaría Sutecba, que en salud representa a enfermería y administrativos, cuyos ánimos también se encuentran caldeados por la lucha y el colapso de los servicios. La AMM difundió que habría conseguido que se acelere el cobro de residentes de primer año, que suele tardar varios meses, en otro logro que corresponde al movimiento de lucha.

El giro de la burocracia y la convocatoria a estos paros pretenden desplazar del escenario a las asambleas de residentes y concurrentes, monopolizando las negociaciones con el gobierno. Es sabido que Quirós y Rojo de la AMM se llaman a diario y mantienen reuniones, hasta el momento infructuosas. El operativo de la dirección de AMM incluyó una campaña para que el movimiento pusiera fin al paro por tiempo indeterminado, aceptando su comando en la negociación y el manejo de las medidas de fuerza. La extorsión es que Quirós solo aceptaría incorporar a delegados de residentes y concurrentes a las reuniones si cesa el paro.

El reposicionamiento de Federación y la AMM fue acompañado por una convocatoria de diputados y legisladores del Frente de Todos, que con la excusa de brindar su apoyo al movimiento buscaron enganchar a los activistas en el debate de futuras leyes y proyectos de reglamentaciones, dejando de lado la lucha presente por el salario y el reconocimiento de todos los derechos laborales. Es ilustrativo que, en la provincia de Buenos Aires, donde Kicillof acaba de dictar un nuevo reglamento, la asamblea de residentes votó ir al paro y confluir con CABA el próximo martes, porque con sus salarios, de 150 mil pesos, tampoco llegan a fin de mes.

Una estrategia para ganar

Las asambleas debatieron y rechazaron los chantajes de la burocracia y votaron continuar la huelga indefinida por un salario de bolsillo de 250 mil pesos. En relación a las concurrencias, el gobierno y la burocracia pretenden patear el problema para adelante, conformando una “mesa técnica” de improbable funcionamiento a la que también se plegó el PO oficial. Las asambleas de concurrentes debaten, por el contrario, un programa de reivindicaciones para arrancar ahora, que parte del reconocimiento laboral con la apertura de legajos, el otorgamiento de ficha municipal, la equiparación de puntaje con las residencias, que se brinde comida y ropa de trabajo, el pago de viáticos, un salario proporcional a la carga horaria, ART y obra social.

La lucha consecuente de residentes y concurrentes está animando a numerosos sectores de trabajadores, dentro y fuera del ámbito de la salud. Por lo pronto, residentes de La Pampa fueron al paro hoy y lo mismo se debate en la provincia de Córdoba. La lucha alcanza incluso a las residencias de los hospitales y clínicas privadas. El conflicto ingresa en horas de definiciones, donde la única garantía para triunfar es seguir expandiendo al movimiento y desplegando su fuerza. Multipliquemos las asambleas y autoconvocatorias que voten medidas de acción, involucrando a trabajadores de planta y a la población. Que nada se decida a espaldas del movimiento. La llave para ganar está en la calle.

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Por el triunfo de residentes y concurrentes Por Lucía Guevara

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