“La defensa del empleo, la salud en el trabajo y la organización para ejercerlos son una unidad inseparable”

Escribe Corresponsal

Entrevista a los compañeros municipales de la agrupación “Luis Pons” de trabajadores Municipales de Avellaneda.

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¿Cuál es la situación de los trabajadores municipales en este cuadro de pandemia?

La aplicación de protocolo, desde la perspectiva de los trabajadores, es de incumplimiento, ya que la entrega de los elementos de protección personal, en el mejor de los casos, llega de manera parcial o en cantidad insuficiente. En el corralón de Obras Públicas, que es nuestro lugar de trabajo y que fue declarado parte del servicio esencial, se oculta un sinnúmero de irregularidades. Una situación de incumplimiento de las normas de seguridad e higiene prexistentes al contagio del covid-19 que ya costó la vida de cinco compañeros. Algunos ejemplos: no hay vestuarios, la planta es de 700 obreros que viajan en transporte público, de ida y de regreso a sus hogares con ropas de trabajo. En época de bajas temperaturas, esperan a la intemperie las órdenes de trabajo. Hay cuatro inodoros para 700 personas. En el plantel hay un pequeño número de mujeres obreras, pero no tienen baños para ellas. Piden permiso en las oficinas administrativas, aunque algunas prefieren pedir permiso en locales de la vía pública. Aunque la situación de exposición al riesgo es obvia para los trabajadores, muchos de ellos se encuentran en una encrucijada, la precarización laboral, los salarios paupérrimos y al no sentirse respaldados, les resulta difícil la toma de decisiones, es decir plantarse frente a la patronal. Sin embargo, con dificultades, se realizaron dos asambleas. En la primera, la irrupción de los directivos informando que era inminente la entregar de los elementos de protección la diluyó. Se decidió hacer una nueva asamblea al día siguiente. Cuando entramos, el Jefe de Personal, a las 6.30, informa que ya se habían comprado los elementos de protección y que la asamblea no tenía sentido porque “ya estaba todo resuelto”. Esta maniobra no resultó, porque un compañero, ocultando un cuadro febril, había concurrido a la convocatoria de los jefes para cuidar el empleo. Esto alarmó a los trabajadores y se trató en la asamblea, lo que hizo que a los reclamos se sumara el control de fiebre, tanto al ingreso como al egreso de la toma de servicio. La inexperiencia, la falta de práctica de discusión colectiva entre nosotros, hacía que se formaran conversaciones paralelas y nuevamente la patronal aprovechó para ejercer su presión, dijo que se habían comunicado con Ayuda Médica (servicio médico) e informó que el diagnóstico del compañero era de una gripe común.

Al día siguiente, el ejecutivo hizo que los choferes de camiones y otros vehículos, pasaran a buscar por puntos estratégicos de los barrios a los trabajadores para llevarlos directamente a los lugares de trabajo, la toma del presente se resolvería a través de los encargados. Nos declararon a los delegados fuera del marco de trabajadores esenciales. Nos pidieron los certificados de circulación. El sindicato no respondía nuestros mensajes. En esas condiciones tomamos la decisión de notificarnos de la novedad y luego ver cómo continuamos nuestra labor gremial.

¿Cuál es la posición del gremio?

Ha sido la de poner en manos de los delegados del corralón toda la responsabilidad. Su respuesta fue “muchachos ustedes son el sindicato en el corralón. Ahora no podemos ir, pero mantengámonos en contacto”. No sabemos cuál será su respuesta ante la separación de los delegados. Los obreros tenemos derechos a la defensa del empleo, a la salud en el trabajo y a la organización para ejercerlos, entendiéndolos como una unidad inseparable. El sindicato como herramienta de los trabajadores debe estar al servicio de los mismos, agotando las medidas de acción a su alcance.

¿Qué protocolo plantean los trabajadores?

Capacitación, respecto de cómo cuidarnos y cuidar a las personas que se relacionan con nosotros en el marco laboral y en el traslado hacia los lugares de trabajo en el transporte público de pasajeros. Proveer a todos los trabajadores de elementos de protección personal (mamelucos descartables, antiparras de cara completa, etc). Control de la fiebre al ingreso y egreso de la toma de servicios en cada lugar de trabajo. Evitar el registro digital o proveer alcohol en gel con uso obligatorio en los relojes. Prohibir el traslado de los trabajadores en las cajas de camiones y camionetas y que se realice en vehículos apropiados, evitando aglomeraciones. Jornada de trabajo con horarios reducidos al mínimo indispensable, sin reducción de los salarios. Rotación de las cuadrillas para aliviar la exposición diaria de los trabajadores y otros males, como tensión nerviosa, estrés, etc. tanto en el individuo como en su familia. Conformación de comisiones obreras de seguridad e higiene, con capacidad de control para suspender inmediatamente toda tarea que no se ajuste a los requerimientos planteados, como así también la revisión permanente ante la posibilidad de que la práctica requiera nueva metodología.

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