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Una importante columna de profesionales de la salud se movilizó al centro del poder político, como sucedía simultáneamente en Rosario, CABA y en muchas provincias del país, en el marco de un paro nacional.
El SIPRUS (sindicato de profesionales de la salud) habilitó un micrófono para que las voces protagonistas pudieran expresarse. A pesar del calor que asediaba la capital provincial, fue un encuentro extenso, pues había mucho para decir.
Los reclamos compartidos dieron cuenta de la crisis generalizada de la salud pública, salarios destruidos por la inflación, atrasos en los cobros de los trabajadores contratados, falta de personal, precarización laboral y un gran deterioro en las condiciones de trabajo. También se denunció el vaciamiento de la Salud pública en favor del negocio de la medicina privada y un sinfín de maniobras extorsivas por parte de funcionarios, direcciones de hospitales y jefaturas de distintos efectores contra el derecho a huelga.
Más temprano que tarde, la organización y lucha de trabajadores de la salud continuará ya que en diciembre será la revisión paritaria de docentes, estatales y salud, donde no solo está planteado consagrar la rebaja salarial que se viene acumulando año tras año, sino que enfrentaremos el vencimiento de miles de contratos, la postergación sistemática de los pases a planta y la reducción de partidas para los hospitales.
La posibilidad de una huelga general en salud está planteada. La pandemia dejó en evidencia a los gobiernos y sus políticas de ajustes, vividos en carne propia por parte de los trabajadores de la salud que, cada vez más salen a lucha en todo el mundo, en Madrid o en Buenos Aires.
