Pérsico y el "plan aguantar"

Escribe El Be

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En la lectura que hacen los medios, se atribuye el acercamiento del kirchnerismo con el dirigente del Movimiento Evita, Emilio Pérsico, a la concesión de una candidatura a intendente en La Matanza. Concretamente se habla de la habilitación de la boleta oficial para la presentación de la diputada provincial Patricia Cubría, esposa de Pérsico, para competir con la del actual intendente Fernando Espinoza (también del peronismo). A cambio de este 'favor' es que el Evita habría llenado el Estadio Único de La Plata el pasado 17 de noviembre en el marco del 'operativo retorno' a la conducción política de la vicepresidenta Cristina Kirchner. Se trataría, entonces, de un 'acercamiento táctico' con beneficios mutuos.

Pero este acercamiento de Pérsico con el kirchnerismo se produce al final de un año durante el cual ambos sectores escalaron en ataques recíprocos. El dirigente del Evita, junto con la CGT, aparecía como el más 'leal' a Alberto Fernández frente a la disputa interna con el kirchnerismo. El enfrentamiento se agudizó cuando CFK atacó la “tercerización de la asistencia social”, aseguró que existen “demasiados” planes sociales y culminó diciendo que “si Evita los viera... ¡mamita!”. Pérsico era el más beneficiado en la entrega de planes sociales por parte del Ministerio de Desarrollo Social (una cartera manejada por el 'albertismo').

La cuestión de la candidatura distrital no tiene el peso suficiente para cerrar esa grieta. Más aún cuando, otro de los 'albertistas' que se pasaron al cristinismo en los últimos días, Gabriel Katopodis, será desafiado en la intendencia de San Martín por Martín Grosso, el número dos del Evita. La misma disputa tiene La Cámpora con el intendente de Hurlingham, Juan Zabaleta, el otro 'albertista' que terminó por pasarse al bando de 'la jefa'. El kirchnerismo acoge a tirios y troyanos, pero las candidaturas en los distritos son finitas.

La causa de los realineamientos políticos dentro del Frente de Todos no está en las intendencias ni en la capacidad de conducción de Cristina Fernández, sino en el 'plan aguantar' de Massa con el FMI y el Departamento del Tesoro norteamericano. Este plan tiene a la burocracia sindical y a los movimientos sociales como parte integrante de su política. Entre sus pilares se encuentra la mal llamada 'economía popular', que hoy contiene a más de tres millones de trabajadores precarizados inscriptos en el RENATEP (Registro Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular) del Ministerio de Desarrollo Social (en su mayoría mujeres y jóvenes menores de 35 años). Esto es lo que vienen señalando diversos medios: “en la Argentina el trabajo se precariza cada vez más” (Infobae 28/11). En varias provincias del norte del país, la 'economía popular' superó al trabajo privado.

La 'economía popular' es parte del 'plan aguantar' de Massa y el FMI. Es lo mismo que sucede con Grabois, quien hace poco afirmó que su principal reclamo, el bono de indigencia, es perfectamente compatible con la tutela al gobierno por parte del FMI. Se trata, en realidad, del bono del FMI que Grabois lleva adelante como parte de este plan. Pérsico, por su parte, será ahora destinatario de una partida presupuestaria millonaria, junto a otras organizaciones sociales, que canalizará los montos que se recorten de los planes sociales. Se trata de la concesión del 30% de la obra pública para el manejo de estas organizaciones mediante el trabajo precario y la sobre-explotación laboral. En ese marco, tienen en agenda una batería de medidas de 'legalización' del trabajo precario, como es el reclamo de una ley de 'monotributo social'.

El dirigente del Evita integra un ministerio que se encuentra bajo el ala de una nulidad política del 'albertismo', Tolosa Paz. El pasaje de Pérsico al kirchnerismo tiene las precarias bases del 'plan aguantar' de CFK-Massa-FMI. La política es llegar juntos al 2023; es la línea del FMI, que por ahora no le suelta la mano al gobierno. El problema de Pérsico y sus aliados es que el 'plan aguantar' puede venirse abajo antes de lo previsto, llevándose puesto consigo a todas las fuerzas y organizaciones que se aferraron a él. La política oficial conduce a un estallido. El 'éxito' de llegar al 2023 sólo significaría que la bomba le explote al próximo gobierno. El acople de las organizaciones sociales con esta orientación política puede convertirse en el ancla que las lleve al fondo del río.

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