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La reunión de Alberto Fernández con los gobernadores para “avanzar” con la destitución del presidente de la Corte Suprema Horacio Rosatti reveló una orfandad política insuperable.
No pudo sumar a los gobernadores de Rio Negro, Neuquén, Misiones y Salta, que sin embargo se habían pronunciado contra el fallo de la Corte que avaló el reclamo de CABA por la coparticipación, pero no acompañaron luego el amague de ´desacato´. También ´se borró´ el chubutense Mariano Arcioni, que, al igual que el salteño Sáenz, se referencia en el ministro Sergio Massa. La ´gran esperanza blanca´ del Frente de Todos mantiene un hermético silencio frente a la iniciativa presidencial. Un año atrás, frente a un planteo de remoción de los cortesanos por ´lawfare’, Massa había señalado que era un tema que “no podemos hablar livianamente”, porque “la Corte es uno de los poderes del Estado” (Infobae, 9/2/22).
El presidente depositó la responsabilidad de preparar el texto político que presentó a los gobernadores al ministro de Justicia, Martín Soria, en lugar de apelar a funcionarios de su propio riñón, como Vilma Ibarra y Juan Manuel Olmos. “En términos políticos, la intervención de Soria implica que el kirchnerismo está al frente de la iniciativa, a pesar de que desde Brasil ayer [Alberto Fernández] negó haber actuado a instancias de Cristina” (Clarín, 3/12).
Fernández echó a rodar una bola que nadie quiere recoger. JxC había pedido, antes, el juicio político contra el Presidente. Ambos bloques vienen martillándose balas de fogueo. Así como el amague de desacato a la Corte derivó en el recule de un bono para resarcir a Rodríguez Larreta, JxC tampoco tiene una intención sería de derribar a AF. El FMI y el Departamento de Estado desaconsejan aventurar desacatos y juicios políticos, dado el precario armado político del país, y encauzar una salida electoral.
Tampoco se pusieron en marcha iniciativas para definir el contenido concreto de las denuncias por las revelaciones contra jueces, fiscales y funcionarios macristas por el viaje a Lago Escondido, a cuenta de Clarín. Las asociaciones ilícitas por ´inferencia´, ´casuística´ o ´deducción´, han marcado la temporada primavera-verano 2022/2023. El ministro de Seguridad porteño, Marcelo D´Alessandro, jura que los chats y audios son falsos o, al menos, que fueron ´editados´. A D´Alessandro, dicen desde el gobierno de CABA, nadie le pidió la renuncia porque “le creen”, pero esperan que se vaya solo (“Aseguran que el alcalde está esperando un gesto de D’Alessandro: que dé un paso al costado para no forzar un pedido de renuncia”, La Nación, 30/12).
Mucho se ha escrito sobre la inviabilidad del juicio político a unos y otros debido a la improbabilidad de reunir los dos tercios necesarios de los votos. La realidad es que el kirchnerismo no tiene la voluntad de aglutinar masa para voltear a la Corte. La principal interesada en hacerle morder el llano a Rosatti, Cristina Fernández, en su discurso frente a un módico auditorio reunido en Avellaneda días atrás, postergó cualquier manifestación “contra las mafias judiciales” recién para el próximo 24 de Marzo.
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