El espionaje ilegal y las trenzas de Rossati con el macrismo

Escribe Emiliano Fabris

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La podredumbre alrededor del espionaje ilegal y los servicios de inteligencia se incrementa con el transcurso de los primeros días del 2023.

El ministro de Seguridad porteño Marcelo D'Alessandro -uno de los convidados a la ´escapada´ a Lago Escondido, ahora de licencia del cargo por tiempo indeterminado- ha denunciado al diputado del Frente de Todos Rodolfo Tailhade. Lo acusa de ventilar los chats que aluden a sus relaciones de negocios con funcionarios del poder judicial. Para D´Alessandro, Tailhade es parte de los servicios de inteligencia.

El contragolpe cambiemista se trasladó también al Congreso Nacional. En la comisión parlamentaria bicameral de control de los servicios de inteligencia (AFI), los macristas solicitaron informes sobre la existencia de una base de la AFI en El Dorado, Misiones, desde donde se habría hecho el hackeo a D’Alessandro o, alternativamente, desde Paraguay mediante el software israelí ‘Pegasus,’ un software que ya ha sido empleado para el espionaje político en números países y que, casualmente, fue adquirido por el gobierno argentino durante el mandato de Macri.

Según informan Clarín y La Nación, el pedido de informe de los macristas incluyó específicamente conocer el rol de César Milani, ex jefe del Ejército y ex director de Inteligencia de esa fuerza, en la AFI, el de su mano derecha y coronel retirado Marcelo Granitto -un antiguo simpatizantes de los ‘carapintadas’- y de otros cuatro coroneles retirados que habrían sido incorporados como Personal Civil de Inteligencia. Elisa Carrió, confidente de la embajada norteamericana, asegura que Milani y su pandilla se llevaron consigo todo el equipo para la intervención de comunicaciones comprado a Israel. Agustín Rossi, interventor de la AFI y ex Ministro de Defensa, rechazó todo esto porque, dijo, no “existen registros” al respecto. En cambio, sí habría confirmado que forman parte de la AFI dos personas que actuaron como espías de las Fuerzas Armadas: Ramiro Gómez Riera y Roberto Adrián Román. La respuesta motivó nuevos pedidos de informe de los macristas sobre la pertenencia de otros cuatro coroneles (todos con nombre y apellido)) retirados en los servicios de inteligencia. Denuncian, en definitiva, la existencia de “una mesa militar” con Milani a la cabeza dentro de la AFI, que sería la responsable de un espionaje ilegal sobre D’Alessandro.

La defensa de Rossi no contentó a Milani, quien por Twitter dijo que “podría advertir tan burda estrategia y ser mucho más claro y tajante en sus contestaciones”. También afirmó que Granitto forma parte del Ministerio de Defensa, que Rossi llevó a la AFI a Román y Gómez Riera, aunque estos no serían militares. “Evidentemente no estoy en la AFI, porque si estuviera no le hubieran gatillado en la cabeza a la vicepresidenta como si nada”, se ofuscó el ex represor de la dictadura. En su momento, fue elegido para encabezar una reorganización de los servicios con base en las fuerzas armadas, luego de que los K rompieran con Antonio “Jaime” Stiuso. Milani dicta actualmente cursos de ‘defensa´ en el Instituto Patria.

Por su parte, desde Página/12 reportan que todo se trata de un contraespionaje dentro de Juntos por el Cambio, parte de la feroz interna entre Larreta-Bullrich y el propio Macri, de quien recuerdan su trayectoria en materia de espionaje ilegal, que debutó con el “Fino” Palacios, y de quien, ya en el gobierno nacional, no se salvaron Larreta, Vidal ni sus hermanas y otros políticos y familiares. Señalan también que el único macrista que no firmó los pedidos de informes en la comisión bicameral del Congreso fue Gerardo Milman, hombre de Bullrich y denunciado en el Congreso por el ministro larretista D´Alessandro.

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