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La filial local de CICOP resolvió en asamblea un paro de 72 hs de todo el sistema sanitario municipal, con epicentro en el Hospital, el cual tuvo un gran acatamiento. Convocaron a una concurrida movilización frente al Municipio, a la cual se plegó también el Suteba Bahía Blanca con una jornada de protesta.
Una vez concluido el paro, una asamblea debatió entre seguir con paros escalonados o lanzar un paro por tiempo indeterminado. Por mayoría, se resolvió convocar a un paro de 96 hs para la última semana del año. El Municipio convoco a los dirigentes de CICOP para una nueva reunión, sin nuevas ofertas salariales y “planteos referidos al desgaste laboral, el reconocimiento a residentes y la mesa de diálogo sobre la carrera de salud profesional municipal”. Luego, una nueva asamblea resolvió por mayoría suspender transitoriamente las medidas.
Entre los reclamos del personal de Salud figuran un sueldo básico de ingresante por encima de la canasta básica, un aumento de bonificación del 35% para residentes y la adhesión al beneficio de desgaste laboral para profesionales municipales. La CICOP reclama una paritaria con el municipio que hasta el momento debatía unilateralmente con el sindicato de trabajadores municipales (STM), dirigido por una burocracia vinculada a Sergio Massa. Ésta ha firmado todas las paritarias a la baja con el intendente Gay, de Juntos por el Cambio, y boicotea la lucha de los trabajadores de salud del Hospital.
El levantamiento de las medidas, sin ofertas concretas para considerar, representa una gran concesión al Municipio, luego de las enormes medidas de lucha emprendidas. Desde abajo, crece la tendencia a la huelga indefinida. Este camino, luego de varios paros realizados, aparece como el más apropiado para luchar contra el ajuste en oposición a continuar nuevos paros escalonados y el desgaste que conllevan. Pero lo fundamental es la necesidad de unir al conjunto de los trabajadores de la salud municipal y construir una asamblea interhospitalaria y de todas las unidades sanitarias para unificar los reclamos y la lucha.
El 2023 arrancó con una movilización autoconvocada de trabajadores de la guardia del Hospital Penna, reclamando por la falta de personal y los bajos salarios. Los trabajadores plantean duplicar la planta y elevar el salario por una guardia de 24 horas a $32.873.
Tanto el gobierno municipal como el provincial son responsables de esta profunda crisis sanitaria. Han agobiado a los trabajadores de la salud durante la pandemia -producto también de las nulas y menguantes medidas de aislamiento social- y han recortado sistemáticamente el presupuesto que la salud pública y sus trabajadores necesitan. El propósito es común: atender el pago de la deuda pública a usureros y el FMI. Las prioridades para los partidos patronales que gobiernan están contundentemente del lado opuesto al salario y las necesidades sanitarias de la mayoría.
La salida vendrá de la mano de continuar y profundizar la lucha, que requiere de organizar la unidad de los trabajadores de la salud en asambleas y plenarios de base.