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Los trabajadores de clínicas y sanatorios privados no estamos en mejores condiciones que los trabajadores de los hospitales públicos. Abundan denuncias por la falta de elementos de protección personal y protocolos que ya generaron, como consecuencia, el contagio evitable de compañeros. En el Hospital Italiano, por ejemplo, el número de trabajadores infectados va en aumento por sucesiva negligencia de la patronal.
En el sanatorio Dupuytren, solo a partir de las denuncias realizadas por la comisión interna y sus trabajadores lograron la colocación de una mampara en la recepción, elemento básico en el sector que se encuentra expuesto al primer contacto con los pacientes.
En la clínica de rehabilitación CIAREC los enfermeros también exigen elementos de protección personal. El ya refutado argumento de que los insumos solo deben otorgarse para ser utilizados en casos confirmados ha expuesto a los profesionales y trabajadores de la salud.
La carestía y magros salarios en el sector provocan que haya compañeros empujados a trabajar doble jornada, en el sector público y luego en el privado y en el caso de tener contacto con un caso confirmado el contagio puede ser trasladado de un ámbito a otro. Es decir que la precariedad salarial nos vuelve más vulnerables aún.
Por todo esto es necesario que se brinden todos los elementos de protección personal necesarios y que se reduzca la jornada de trabajo a 6 horas para disminuir la exposición con pacientes infectados exigiendo la incorporación de trabajadores bajo convenio que luego sigan siendo parte de la planta.
Frente al riesgo al que nos exponen las patronales hay que sumar que cualquier contagio en el ámbito laboral no es considerado como una enfermedad laboral por las ART, dejándonos totalmente desamparados en el peor de los casos.
¿Qué pasa en Sanidad?
Debido a que la actividad de laboratorios y droguerías fue declarada también como esencial, las patronales no tuvieron reparo en exponer a trabajadores considerados en edad de riesgo ni en tomar medidas especiales para los compañeros realizan sus tareas en la calle. Como si fuese poco, los instan a realizar horas extras para producir bienes que nada tienen que ver con el objetivo de responder a la pandemia.
Por todo esto, es imprescindible intervenir y poner bajo tutela del estado al conjunto de la producción de los laboratorios y droguerías y así reducir al mínimo la producción de otro tipo de medicamentos evaluando necesidades en proyección, desafectando la mayor cantidad de compañeros.
En cuanto a las categorías administrativas es necesario reducir al máximo el personal expuesto, asignando tareas en modo “home office” a todo aquel que su tarea así lo permita. Y en los establecimientos que siguen trabajando hay que exigir protocolos de seguridad, elementos de protección personal, desinfecciones permanentes y que se tomen todas las medidas dictadas por los organismos de salud.
El bono
ATSA BS. AS. anunció con bombos y platillos un bono para trabajadores de la salud pero no todos los trabajadores en actividad lo cobraremos. Omite a trabajadores de laboratorios y droguerías, y en el caso de Emergencias Médicas y Cuidados Domiciliarios no queda explicitado su correspondencia. Además, menciona que el pago está sujeto a la efectiva prestación de servicios. Lo más grave es que dejaron en manos de la patronal informar la nómina de trabajadores afectados. Alertamos que este puede ser utilizado para extorsionar a los trabajadores provocando que se presenten a trabajar aun cuando no estén garantizadas las condiciones. Debemos dar la pelea para que este bono sea extendido a todos los trabajadores del gremio.
Organicémonos
Todas las denuncias en las condiciones de trabajo surgieron por propia iniciativa de los trabajadores y delegados, superando a la conducción de ATSA Bs As que se borró, entregando a su suerte y a la voluntad de la patronal la salud de los trabajadores.
Las iniciativas, por abajo, que se van desarrollando en diversos establecimientos son un puntapié inicial para toda una experiencia con direcciones que no nos representan y que nos ponen en riesgo. Es por eso que los trabajadores de Sanidad debemos redoblar nuestras fuerzas y extender estas experiencias de conquistas, poniendo en pie asambleas y conformando comités de seguridad e higiene en los cuales los trabajadores debemos elaborar protocolos que se ajusten a nuestras tareas y participar del seguimiento de su cumplimento. Incluso si las patronales forman comités de crisis, exijamos nuestra participación por medio de delegados electos para que se cumplan todas nuestras demandas.
Frente al abandono de ATSA Bs. As. y la desidia de las patronales y para defender estos reclamos es imprescindible que el motor de todas las iniciativas sea la unidad de todos los trabajadores y trabajadoras sin distinguir entre convenios y categorías.