Escribe Julio Gudiño
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Una vez más la patronal incumple un acuerdo de cancelación de salarios adeudados, aguinaldo y bono de 24.000 pesos. Esta política salarial es un modus operandi de esta patronal, en el contexto de una pandemia que no terminó, de un vaciamiento de la salud pública que beneficia al sector privado y de fuertes subsidios por parte del Estado. Se aduce para este incumplimiento la crisis de la empresa. Sin embargo, no existe ningún recurso preventivo de crisis que habilite la cuotificación del salario. Esto pone a la patronal en la ilegalidad.
Este vapuleo hacia los trabajadores de la Provincial se produce en el contexto de una alta inflación y de una fuerte pérdida del poder adquisitivo de los salarios. Lo que explica que muchos de ellos se vean obligados a trabajar en dos y hasta tres instituciones de Salud distintas. El rol jugado por la dirección de ATSA Zona Oeste es de una colaboración abierta y manifiesta con la patronal. El secretario general D´ Andrea, también presidente del Partido Justicialista de Morón, ha tomado los argumentos de la patronal en cada una de las reuniones ante el Ministerio de Trabajo para atemorizar a los trabajadores: “no tiremos de la cuerda” dice el sindicato planteando que es mejor cobrar en cuotas a perder el trabajo.
El hecho de que PAMI y IOMA paguen los servicios que la Clínica Provincial presta a sus afiliados, en forma atrasada, no implica la inviabilidad económica de la empresa, sino que es la excusa para retener los salarios de los 400 trabajadores. Esta masa salarial podría estar siendo retenida por la empresa privada o por el propio Estado en sus diversos niveles (gobierno nacional y gobierno provincial). De lo que no cabe duda es que la masa salarial retenida es utilizada para inversiones financieras en un contexto económico de fuerte suba de las tasas de interés.
Los trabajadores no debemos ser rehenes de esta disputa entre el gobierno y las patronales. Tenemos que fijar nuestra propia política: pago de salarios en tiempo y forma, pago inmediato de salarios y aguinaldos adeudados, respeto íntegro del convenio colectivo de trabajo y el fin de la precarización laboral.
D´Andrea se pasó con todo su bagaje al campo de la patronal y por tanto jamás va a promover la lucha por las reivindicaciones. En este punto, pedirle que “se ponga a la cabeza de la lucha”, como lo hace la izquierda adherida al FIT-U es una impostura. El camino a seguir es el que nos marcaron los médicos residentes y concurrentes de CABA: autoconvocatorias y asamblea general para fijar un pliego de reclamos y un plan de lucha para conquistarlo.
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