CTERA se une a Massa para imponer un nuevo cepo al salario

La convocatoria a paritaria nacional docente para este jueves 9 de febrero se presenta como un capitulo clave en el operativo antiobrero lanzando por el superministro Massa para ‘contener’ los aumentos salariales, estableciendo un tope del 60 %. El último acuerdo firmado por la dirección kirchnerista de CTERA y otros gremios docentes estableció el salario inicial docente en $90.338, más la cifra no remunerativa del FONID de $12.100. Los $102.432 están $50.000 por debajo de la canasta de pobreza y lejos de los $250.000 que constituyen una canasta familiar.

Según Clarín, la dirección de Ctera estaría buscando desmarcarse del plan de Massa porque anunciaron que pedirán “aumento de salario que supere la inflación, con revisión permanente”. En 2022, la burocracia presentó con bombos y platillos un aumento del ‘114 % anual’ (ver https://politicaobrera.com/8444-paritaria-nacional-docente-el-gobierno-y-la-burocracia-sindical-le-dan-otro-mazazo-al-salario) que, por el contrario, siempre estuvo por detrás de inflación que mes a mes fue carcomiendo el salario, a pesar –o más bien mediante- de las ‘revisiones permanentes’ sobre la base de un ya devaluado salario de diciembre 2021. El primer aumento de salario –en carácter de emergencia- que deben recibir los trabajadores de la educación es simplemente aquello que permita recuperar lo perdido en los últimos años, un reclamo completamente descartado por la burocracia sindical.

La burocracia concurrirá a la paritaria una vez más con completa ausencia de cifras y porcentajes concretos para presentar, sin mandato previo de ninguna asamblea de base docente. No denuncia los brutales tarifazos en la luz, el gas, prepagas y los leoninos reajustes de alquileres. Tampoco la corrida cambiaria en curso que fuera alentada por el propio gobierno, anunciando una recompra de la deuda pública que fracasó estrepitosamente y abre paso a nuevas devaluaciones. No hay disrupción alguna con el plan de Massa. Por el contrario, Yasky y Baradel oficiarán como garante de estos cepos al salario y de sostén del gobierno nacional, al cual se encuentran integrados políticamente. Esto no es, sin embargo, una cuestión circunstancial, ya que CTERA actuó de la misma forma ante las paritarias del macrismo. La burocracia se ha transformado en un engranaje del Estado contra las aspiraciones y reclamos de la docencia.

Para adornar el encuentro paritario, CTERA anuncia que “el salario no es ganancia” y pide ‘modificar’ el impuesto. Lo que no dice la burocracia es que la miseria salarial establecida por ellos por jornada simple arroja a la docencia a trabajar tres y hasta cuatro cargos para poder vivir dignamente, recibiendo por cada cargo hasta un 50 % de cifras no remunerativas. El salario básico se liquida progresivamente afectando a las jubilaciones docentes.

La paritaria nacional está siendo el lugar para una discusión clandestina sobre un ‘nuevo convenio colectivo de trabajo’. Esto cuando ya se encuentra en marcha la reforma de la 5ta hora en primaria, un desconocimiento generalizado de los estatutos provinciales y contrataciones permanentes por fuera de ellos (FINES, ATR). La contraparte de todo esto es la reforma laboral para el conjunto del movimiento obrero y la adecuación de la educación a la precariedad laboral, sustituyendo conocimiento científico por las ‘habilidades blandas’.

Por último, la burocracia anuncia también que pedirá una ‘nueva ley de financiamiento educativo’ cuando se acaba de conocer el incumplimiento sistemático de la ya existente, que estipula un financiamiento para educación del 6 % del PBI. Yasky, diputado nacional, aprobó el presupuesto nacional para 2023 elaborado para el pago de la deuda y el FMI y su correspondiente ajuste sobre la educación pública. La paritaria nacional de CTERA es un fraude en toda línea.

Conocidas estas bases ruinosas, sin deliberación ni lucha alguna, algunos gobernadores ya se largaron a cerrar paritarias provinciales, para impedir que la docencia tenga el tiempo suficiente para emprender luchas distritales –una situación extendida y casi permanente por la realidad deplorable que ofrece la paritaria nacional docente-. En CABA, Buenos Aires, Santa Fe y Rio Negro se han convocado reuniones paritarias.

Para la docencia está planteada una urgente deliberación para fijar todo un pliego de reclamos, comenzando por el salario e incorporando muchas otras abandonadas por la burocracia. Por un aumento de salario de emergencia, al básico, de $150.000. Salario inicial, por cargo, igual a la canasta familiar, indexado por inflación. Defensa del 82 % móvil. Por un fondo de emergencia para todas las obras sociales y que garantice las prestaciones sanitarias de los trabajadores de la educación. Aumento del presupuesto educativo. Por un congreso nacional de trabajadores para debatir un nuevo y más poderoso convenio colectivo de trabajo y nuevos diseños curriculares.

Promovamos reuniones, asambleas, plenarios de carácter autoconvocado y reunir todas las disposiciones de luchas necesarias para preparar una huelga de no inicio de clases.

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