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En el contexto de la negociación paritaria 2023, la Bancaria llevó adelante el pasado jueves 23 un paro nacional de 24 horas con un fuerte nivel de acatamiento. Cerró la jornada con un acto en la sede central del sindicato. Sergio Palazzo, secretario general de La Bancaria y diputado del Frente de Todos, centró su discurso en el reclamo de que las patronales se hagan cargo del impuesto a las Ganancias a los salarios que superan el piso de 404 mil pesos. Las patronales han respondido que el Estado es responsable de la ley impositiva. El impuesto afecta el régimen de convenios colectivos porque pone un obstáculo a los aumentos de salarios y a la acumulación de ingresos por otras formas laborales, como premios u horas extraordinarias. Aun con esta traba para firmar el convenio, la Asociación Bancaria “acercó posiciones con los representantes de las entidades financieras (AB, ADEBA, ABE y Abappra) para avanzar con un aumento de 30% en tres tramos y revisión en mayo, con vigencia para el primer semestre de 2023” (Clarín, 23/2).
El acuerdo debería incluir, además, un ajuste correspondiente a la cláusula gatillo del último tramo de la paritaria anterior, que debió haber sido cobrado a fines de 2022. El salario mínimo ha quedado fijo en 235 mil pesos, lejos de los más de 300 mil del costo mensual de una canasta familiar.
El paro se caracterizó por la ausencia de asambleas y de cualquier forma de deliberación. El acto de cierre, en consecuencia, no movilizó más que a la base de la estructura sindical.
Palazzo se quejó, ante las patronales, porque bajo “todos” los gobiernos (incluyendo los K, por supuesto) la “juntaron en pala”, como alguna vez dijo Cristina Kirchner, sin ofrecer nada a cambio. Los enormes beneficios de las patronales banqueras contrastan con la caída del salario a lo largo de la última década y del achique del sistema bancario, que ha viabilizado una reforma laboral en los hechos de precarizacion y vaciamiento de personal en las sucursales. La responsabilidad de esta confiscación no es de las patronales sino de la dirección del sindicato, presto a socorrer al estado capitalista. Es lo que hace ahora mismo, cuando admite un aumento semestral del 30% en tres cuotas, como lo exige Massa y el Presupuesto 2023 del gobierno kirchnerista. Cuando llegue la “revisión” de este acuerdo, los bancarios habrán perdido gran parte del aumento frente a una inflación anual que apunta al 120 por ciento.
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