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Los delegados de la planta siderúrgica de Tenaris Siat, Valentín Alsina, presentaron una carta abierta al presidente de la Nación y al ministro de Economía, pidiendo que mientras dure la construcción del gasoducto Néstor Kirchner sean eximidos de Ganancias. La planta de Siat que produce los caños sin costura, casi quintuplicó la cantidad de trabajadores, incluso incorporando mujeres por primera vez.
Los trabajadores argumentan para el pedido de exención de Ganancias que la empresa del Grupo Techint realiza una "turnística muy agresiva" para mantenerla en funcionamiento las 24 horas del día, los 7 días de la semana, "dejando a nuestras familias por las noches, los fines de semana, los feriados, e incluso el día de inicio de días de clase". Este régimen de turnos dispuesto por la empresa agrede tanto la vida familiar de trabajadores hombres como de trabajadoras mujeres, denuncian los delegados en la carta. La turnística, dicen los delegados de la UOM, los lleva a trabajar 20 días sobre un ciclo de 21 días.
"Las horas sobrepasadas que hacemos semanalmente, con el consiguiente agotamiento físico y mental, el estrés producto de los tiempos de entrega acotados, la titánica lucha diaria de parte de los trabajadores que acuden al puesto de trabajo a cumplir su horario sin importar cuán lejos vivan…este sacrificio hace que sea risueño considerar que lo quitado por este impuesto sea realmente ganancias para nosotros…las deducciones que nos hacen con el impuesto a las ganancias son lapidarias y desmotivadora". Como la construcción de estadios para el Mundial, por parte del emirato de Qatar.
El crecimiento exponencial de la planta siderúrgica del sur del Gran Buenos Aires no va redundado tampoco en un incremento del personal efectivo de planta permanente; se ha hecho sobre la base de contratos "a plazo fijo" que mantiene a los trabajadores en condición de contratados por plazos que pueden alcanzar los cinco años.
Esta precarización de contratos, sin precedentes en la UOM, ni la turnística agresiva, no son cuestionados por la nueva conducción de Abel Furlan. El contraste entre el negocio multimillonario de Tenaris con el gasoducto y las condiciones de superexplotación y flexibilización laboral al que se exponen sus trabajadores no podría ser mayor. La ‘brutalización’ del trabajo responde al interés de finalizar los más rápido posible el gasoducto Presidente Néstor Kirchner. Las ganancias serán para el pulpo y los dólares que se ahorren en la importación de gas irán a manos de quienes giran intereses y dividendos al exterior.
El "kirchnerismo sindical” se limita a reclamar la exención de impuestos a las ganancias, en detrimento de las condiciones laborales que producen salarios encima del mínimo no imponible. Incentiva las horas extraordinarias, el trabajo de fin de semana y los premios por producción. En definitiva, se trata de esquivar el alcance del impuesto a las ganancias, a costa de precariedad y flexibilidad."
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