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El pasado martes 7 de abril, los miembros la Comisión Interna de BedTime fuimos convocados por la gerencia de la empresa a una reunión, supuestamente por la deuda de haberes que la empresa mantenía con los trabajadores de producción. La empresa venía de lograr la excepción de la cuarentena hace pocos días, con la excusa de la necesidad de proveer de colchones a hospitales. Pero la empresa utilizó la reunión para dar un informe catastrófico sobre su situación económica con motivo del parate productivo causado por el aislamiento preventivo ante la emergencia sanitaria. La empresa dejó sobre la mesa que debido a once días de aislamiento había ingresado a una situación inviable y que la solución para reactivar es una reestructuración de la compañía en la que la producción de colchones se va a reducir en un 50% y que para que la empresa sea viable, esa reestructuración debe hacerse sobre la base de una reducción del salario, suspensiones y el despido del 45% del personal.
Una reactivación engañosa
Es claro que la patronal de BedTime se suma al coro de la clase empresarial que ese mismo día salía en diferentes lugares con el mismo ataque a los trabajadores en beneficio de sus intereses (Penta, Mascardi, Techint). BedTime, al igual que las demás patronales, no ve un panorama de reactivación después del aislamiento, en primer lugar porque no está planteada la apertura de sus locales. BedTime posee en la provincia de Buenos Aires cerca de 30 puestos de ventas, a los que se le suman los de la ciudad de Rosario, Córdoba y Mendoza. Además, están los de su principal cliente y socio accionista la cadena de venta de colchones SommierCenter. Todos están cerrados, o sea, es falso que apunten a una reactivación. En este punto se suma la situación de los vendedores y vendedoras, tanto de BedTime como de SommierCenter, que en medio de este panorama será sumamente complicada.
A esto se suma que la crisis y la recesión económica mundiales, que algunos pronósticos indican que podría ser peor que la crisis del año 1929. Con lo cual el planteo de una reestructuración solo es una excusa para imponer en medio de la pandemia un ataque directo a los trabajadores y trabajadoras, en medio de toda esta situación las patronales ven la oportunidad de lograr la flexibilización laboral que tanto anhelan.
Arranca la respuesta obrera
Entendiendo esta situación la Comisión Interna rechazó todo planteo de la patronal y reclamó la pronta regularización de los haberes del mes de marzo. Fue así que el mismo miércoles los compañeros nos convocamos en asamblea en los respectivos turnos y resolvimos reclamar la inmediata regularización de los haberes y el rechazo enérgico a la reducción salarial, las suspensiones y despidos.
Esta asamblea fue de una importante participación, donde se escucharon planteos y propuestas tales como; “si el gobierno declaro la prohibición de despidos y suspensiones, la empresa no puede venir a decir que va a despedir”, “la empresa estuvo trabajando un montón durante todos estos meses y ahora no tiene más plata”, “sería bueno que paguen lo que falta de la quincena y después vemos con lo otro, si nos suspenden que sea al 75%”, “es claro que la empresa no quiere perder plata y lo que quiere es despedir como ya lo dijo en varias oportunidades, nosotros tenemos que defender lo nuestro”, “que pongan plata de su bolsillo, nosotros ya hemos dado demasiado y los únicos que ganan plata son ellos”.
Una perspectiva de choque
Se reflejó en las intervenciones el interés por buscar la manera de defender las conquistas de los trabajadores de BedTime, conquistas que hemos logrado siendo Trabajadores de Sealy, Trabajadores de TempurSealy y en cada uno de estos periodos hemos tenido avances y retrocesos, pero siempre luchando por defender y lograr nuevas conquistas. A partir de las asambleas hemos logrado que durante la tarde del miércoles la empresa deposite los haberes que estaba adeudando, aunque aún existen diferencias en algunos compañeros, pero están siendo revisadas. Es claro que iniciamos un nuevo periodo de importantes batallas las cuales determinaran nuestro futuro. Estas deben tener como principal objetivo la defensa de nuestro salario, el rechazo a las suspensiones y los despidos. Debemos discutir sobre los límites que tienen las políticas del gobierno, los cuales ya están saliendo a la superficie frente a las presiones de la clase capitalista. La única manera de que los trabajadores y trabajadoras aseguremos nuestros intereses es a través de la independencia política de la clase obrera.