“La paritaria del miedo “

Escribe Juan Ferro

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Las grandes plantas metalúrgicas y automotrices han comenzado a discutir con la burocracia sindical una suerte de “paritaria del miedo”. El abogado asesor de la UOM Rosario, Pablo Cerra, acaba de declarar que "La paritaria tiene que ver con llevar un plato de comida, pero si no hay trabajo no tenemos paritaria, por eso no me imagino hoy el escenario de discusión salarial, lo único que imagino es ver como conservamos los puestos de trabajo" (La Capital, 12/4).

Es con este planteamiento de “mantener el empleo” que se ha firmado un acuerdo en Renault con la directiva del Smata Córdoba, que constituye un adelanto de las posiciones del conjunto de la burocracia sindical.

Bajo el pomposo título -“Hay garantía de estabilidad laboral para los 1500 empleados de la planta de Santa Isabel hasta el 31 de enero próximo” (Cadena 3, 11/4)- la burocracia ha aceptado una rebaja del 40% del salario normal para todos los trabajadores. A su vez, cuando se produzca el regreso a la producción habrá suspensiones rotativas y los que trabajen lo harán en dos turnos de seis horas, de 6 a 12 y de 12 a 18. Las restantes 2,30 horas se pagarán al 50% y la empresa no habilitará el actual servicio de comedor. Con el fabuloso ahorro del 40% de los jornales, la empresa accedió a mantener los 450 contratados hasta el 31 de diciembre.

Patronales como Acindar, que también se plantean rebajas salariales sustanciales y suspensiones rotativas, pretenden no renovar los contratos, a medida que van venciendo. Aluar es la que ha ido más lejos en estos recortes salariales, pues discute con la burocracia de la UOM lo que ella entiende cínicamente como “el reparto de las pérdidas”; si la empresa trabaja al 50%, paga el 50%. El argumento de Madanes Quintanilla es, para parafrasear a Alberto Fernández, el más miserable de todos los argumentos patronales.

En el gremio metalúrgico asistimos al ingreso masivo de pedidos de Recursos Preventivos de Crisis “Express”. Cientos de talleres se apresuran a que los dirigentes de las distintas seccionales de la UOM acepten estos recursos, que no estaban planteados antes del Covid-19, para poder adecuar reducciones de salarios, suspensiones masivas y reducción en las indemnizaciones de despidos cuando cese la cuarentena.

Las grandes patronales quieren servirse de la pandemia para imponer a los trabajadores un retroceso de conquistas. Mientras las patronales reclaman al unísono la eliminación de los aportes patronales, el gobierno da vía libre a los despidos como en Techint, Penta, Danica, y cientos y cientos de pequeños comercios y talleres. Contrariamente a la opinión de los jerarcas de la UOM muchas comisiones internas han rechazado estas propuestas de rebajas salariales, suspensiones y despidos encubiertos a través de dar de baja a los contratados.

Son necesarios los turnos de 6 horas en todas las actividades esenciales y la cuarentena, con pago pleno de salarios, en las restantes. Es necesario organizar un gran reclamo colectivo por un aumento salarial de emergencia en todas las empresas llamadas esenciales y en la salud, con jornada reducida y entrega de todos los elementos de protección al Covid-19.

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