Escribe Juan Pedro
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Trabajadores del Hospital Nuestra Señora de Luján, nucleados en CICOP, denuncian que el 29 de marzo pasado, mientras realizaban una asamblea, irrumpió una patota dirigida por el subsecretario de Salud del municipio, en connnivencia con la dirección del hospital. Ocurrió cuando debatían la continuidad del paro que vienen llevando a cabo frente al desmantelamiento y vaciamiento del hospital.
Los trabajadores denuncian falta de insumos y de personal, por lo que deben hacer tareas que no corresponden a sus funciones ni roles. En este cuadro, trascendió que el hospital pasaría de ser municipal a provincial. Esto generó nuevas inquietudes entre los trabajadores, quienes aún no han recibido respuestas a sus demandas.
Un cambio de dependencia jurisdiccional plantea muchos interrogantes en relación a las condiciones laborales: qué pasará con la antigüedad de los trabajadores, o el conflicto para los compañeros que tienen un nombramiento en otro hospital provincial y que no podrían tener más de un nombramiento en el sistema de salud de esa jurisdicción. También surge el interrogante respecto a la continuidad de la actual estructura funcional del hospital y sus jefaturas.
En este cuadro, cuando más de cien trabajadores agremiados en CICOP desarrollaban su asamblea, irrumpió un grupo de cuatro o cinco personas con la intención de amedrentar a los trabajadores. Este grupo, del cual participa un ex policía, en anteriores asambleas había intentado levantar el paro, pero en esta oportunidad actuó de forma más compacta y organizada. Mientras los compañeros intervenían, se los interrumpía con descalificaciones y gritos que impedía el buen funcionamiento de la reunión. CICOP también denuncia que el subsecretario de salud, Damian Goenaga, circulaba por la asamblea. Los trabajadores denunciaron que el funcionario apretó a compañeros para que levanten el paro, amenazando con el quite de horas extras, guardias, jefaturas o solicitudes de traslados.
Al final de la asamblea y viendo que tres cuartas partes se inclinaba por continuar con las medidas de fuerza, este grupo intentó evitar la votación golpeando a las autoridades gremiales. Finalmente, la patota se retiró a la Dirección del hospital, entre amenazas al conjunto de la asamblea.
Condenamos y repudiamos estas prácticas represivas dirigidas desde la Subsecretaría de Salud del Municipio de Luján y de la Dirección del Hospital.
Nos solidarizamos con los trabajadores y exigimos una clarificación respecto al traspaso de jurisdicción del Hospital y en qué condiciones.
¡No al desmantelamiento del Hospital Público!