Joaquín V. González: la reforma anti educativa y cómo la enfrentamos

Escribe Nahuel BA

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El pasado miércoles, se llevaron a cabo en todos los turnos del profesorado reuniones convocadas por el rectorado, con el aval de los consejeros estudiantiles de todas las agrupaciones, para discutir "la actualización y revisión" de los planes de estudio de las 18 carreras que se dictan en el establecimiento.

La Rectora, Mariana Rossetti, planteó abiertamente que la causa por la cual los estudiantes tardan en recibirse es "la extensión de las carreras", defendiendo implícitamente el achicamiento del contenido de las mismas. Es lo que este año empezó a aplicarse en el profesorado de educación física Romero Brest, donde se eliminó un año de contenidos de la carrera, se degradó el título de validez nacional a provincial y la habilitación para ejercer de educación superior a educación media.

En toda la exposición, las autoridades omitieron el problema central de los estudiantes: la incompatibilidad del trabajo con las horas de cursada y estudio debido a las extensas jornadas laborales y a la precarización, la escasa oferta horaria y de turnos en varias carreras, la falta de designaciones docentes y la inexistencia de becas integrales. Los estudiantes no estamos exentos de la licuación del poder adquisitivo de nuestros ingresos a partir de la inflación, que ya supera el 100 % interanual, y de los topes paritarios del 60 % impuestos por el gobierno.

La tendencia a la baja de las inscripciones es consecuencia, por un lado, del aumento de la pobreza y el empeoramiento de las condiciones de vida, que alcanza a más de la mitad de los trabajadores del país, y por otro, a la política de vaciamiento de la educación pública-estatal, por parte de los gobiernos que promueven y financian el lucro capitalista y la privatización educativa. Esta es la orientación que defiende el Gobierno de la CABA con Horacio Rodríguez Larreta y Soledad Acuña a la cabeza, quienes tienen el propósito de reformar los planes de estudio de los institutos de formación docente para crear títulos intermedios y privatizar el contenido sobrante en postítulos. En la misma “jornada institucional”, fue anunciado por la rectora el cierre de tres postítulos que se dictan en la casa de estudios.

La reforma antieducativa está en marcha y no solo implica la degradación de los títulos y de los contenidos, sino también el cierre de cursos y el despido de docentes. La burocracia sindical de UTE-CTERA, de reciente visita a la Embajada de EE. UU., apoya la reforma de modo vergonzante, a través de eufemismos de “que estudiantes y docentes tengamos una contrapropuesta para negociar”. La reforma tampoco es una política provincial, sino internacional, promovida por el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, que tiene su base jurídica en la Ley de Educación Nacional de 2006 impulsada por el kirchnerismo. Como consecuencia de esto, a través de un pacto PRO-K en la Legislatura se creó la Nueva Escuela Secundaria (NES) y posteriormente “la escuela del futuro”. Maquinarias de degradación educativa, mano de obra gratuita y barata.

Unidad docente estudiantil, huelga general

A pesar del intento de censura por parte del rectorado, estudiantes y docentes tomamos la palabra. Una profesora delegada de Ademys planteó el rechazo a la reforma, la defensa de los puestos de trabajo, la titularización docente y la necesidad de discutir un plan de lucha. A contramano de esta posición, “La Caravana”, pata estudiantil de la burocracia de UTE y de las autoridades, defendió el planteo de “repensar los planes de estudio”. A esta orientación se sumó una parte de la izquierda (FITU-29 de Mayo), que es conducción del centro de estudiantes y que, en un reciente comunicado de apoyo a la marcha cristinista “contra la proscripción y la mafia judicial”, ha violado el mandato por el cual fue electo: “un centro independiente de todos los gobiernos”.

El centro de estudiantes debería clarificar la situación ante el estudiantado, denunciando los objetivos reaccionarios del gobierno de la ciudad, en complicidad con el rectorado, la burocracia sindical kirchnerista y su ala estudiantil, e impulsar la unidad de docentes, no docentes y estudiantes por una lucha de conjunto, hasta derribar la reforma antieducativa.

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