Minería: despidos, sin cuarentena ni retenciones

Escribe Norberto Malaj

Tiempo de lectura: 2 minutos

Con la pandemia de coronavirus, la minería fue excluida desde el principio del régimen de cuarentena; pero esto no fue óbice para que la actividad no destaque entre las que más despidos produjo.

Según Página/12 (4/4) “Empleados de empresas contratistas de las grandes multinacionales mineras de la provincia denunciaron que desde que se decretó el aislamiento obligatorio para evitar la propagación del coronavirus, comenzaron a recibir mensajes de whatsapp de las patronales informando que daban de baja al personal mientras dure la cuarentena. Uno de los casos es el de la empresa AGV Servicio Minero, que dio de baja a los trabajadores de un proyecto de construcción de una planta fotovoltaica ubicada en Olacapato, en el departamento Los Andes, plena Puna salteña. Esta subcontratista realizaba los trabajos para la empresa NEOEN y el consorcio Gen Sun -TSK, de capitales españoles y franceses”. Los despidos aquí sumaron 100 trabajadores. Unos días antes, el 25 de marzo, y con la misma modalidad, el consorcio Contreras Mogetta BBC anunciaba a más de 300 mineros salteños y catamarqueños que perdían sus puestos de trabajo. Ese consorcio realiza la construcción del acueducto del Río Los Patos para Minera del Altiplano SA, de la multinacional Livent Corporation, que extrae litio del Salar del Hombre Muerto, ubicado en la zona limítrofe de las provincias de Salta y Catamarca” (ídem).

La AOMA, el sindicato minero, es una virtual agencia de las patronales, en particular de los grandes monopolios internacionales que operan las tres principales minas de oro y plata del país –las que generan el grueso de las exportaciones (Xstrata, anglo-suiza –Bajo La Alumbrera en Catamarca; Barrick, canadiense –Veladero en San Juan; Glencore, yanqui, pulpo que opera a escala global en mercados de materias primas agrícolas y mineros simultáneamente –Minera Aguilar, en Jujuy –mina que produce además varios otros minerales; entre las más importantes).

Ciertamente es entre las chicas y medianas donde se han producido ahora los despidos. En este sector la norma es operar bajo el régimen de la industria de la construcción, o sea bajo el sistema de ´fondo de desempleo´ que permite la desvinculación del personal en cualquier circunstancia, como hizo Techint con los trabajadores de su subsidiaria de la construcción. No se trata, sin embargo, de minas irrelevantes. Aunque Argentina no está entre los principales países mineros del mundo, está en la actualidad entre los 10 países exportadores más importantes en 5 importantes productos (boro, litio, estroncio, diatomita y mica). Las exportaciones de litio van camino a multiplicarse varias veces.

Ahora “en medio de la pandemia, Barrick compra 70% de una mina de plata en Salta por u$s 10 millones” (El Cronista, 14/4). La canadiense que 3 años atrás le vendió el 50% de Veladero a la china Shandong Gold ahora se engulló la mina El Quevar, enclavada en el volcán homónimo, que pertenecía al pulpo yanqui Delaware –otro trader del mundo de las commodities agrícolas y mineras, que nunca hizo las inversiones necesarias para arrancar el mineral del subsuelo. El Quevar es desde hace décadas el mayor proyecto de inversión minera de la provincia de Salta.

La situación que se está describiendo reclama que la clase obrera intervenga a fondo en esta actividad estratégica. Aun en medio de la pandemia, cada vez más la minería apunta a transformarse en un rubro importante de nuestro desarrollo. Hay que comenzar por exigir; a) ningún despido en la minería; b) impuestos extraordinarios a la gran minería de exportación para hacer frente a la pandemia; c) protocolos de seguridad e higiene a ser cumplidos en todas las minas, bajo control de los propios trabajadores.

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