Crisis alimentaria: bomba social en la Ciudad

Escribe Leonardo Perna

Tiempo de lectura: 2 minutos

Las organizaciones sociales denuncian la casi nula asistencia alimentaria en los barrios pobres brindada por la Ciudad. La mayor parte del refuerzo alimentario fue entregado a los pocos comedores reconocidos y desbordados, a la Iglesia y a los punteros de rutina de las barriadas. La reventa de mercadería estatal es uno de los pocos rubros que crecieron a la par de los infectados por Coronavirus.

El operativo que el “Comité de Crisis” (ministerio de Desarrollo Humano y organizaciones del triunvirato piquetero) prometió desplegar en cada barrio y que debía consistir en la provisión de alimentos, garrafas, artículos de higiene, pañales, jabón, alcohol, repelente y elementos de limpieza, finalmente, nunca se produjo.

El Polo Obrero Tendencia, de CABA, junto con otras organizaciones, reclamó que se refuercen las partidas a las familias y a los comedores (algunos de estos pasaron a tener el triple de demanda) no incluidos en los programas de apoyo. También reclamamos que se garantice la distribución con las medidas sanitarias correspondientes e insumos necesarios, como el repelente, para afrontar la epidemia descontrolada de dengue que afecta cada vez a más zonas de capital. El gobierno no solo no respondió, sino que dejo en banda a los comedores reconocidos previamente.

Toda esta situación deriva en que los vecinos de villas y asentamientos tengan que peregrinar por la asistencia, exponiéndose al virus, por los diferentes comedores o golpeando la puerta de los punteros tradicionales asociados al Gobierno de la Ciudad. A pesar de esto los reclamos obligaron al gobierno en distintas instancias a brindar asistencia, a cuenta gotas y de forma caótica. Sumemos a esto el no pago y recorte de algunos subsidios como el Ticket Social ($1.100) y el Habitacional, mientras las gestiones están bloqueadas para continuarlos o ampliarlos. Lo que sí ha funcionado a la perfección, en cambio, es el cruce de datos con ANSES denegando el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) de $10.000 a todas las familias subsidiadas por estos planes y la Ciudadanía Porteña.

El reparto de bolsones de alimentos cada 15 días en las escuelas es otra crisis en el rostro de Larreta. Supuestamente contemplan la alimentación de un niño para ese lapso reemplazando lo que debía recibir en su colegio. Desde el vamos, suscitó polémica entre directivos y docentes las condiciones sanitarias de su distribución. Por otra parte, en muchas escuelas el listado con el que se debía entregar estos bolsones era del año pasado, ya que gran cantidad no pudo concretar el pedido de becas. La cantidad entregada fue exigua, insuficiente y dispar. Para algunos fueron 1 o 2 leches, 5 mates cocidos y tés, barritas de cereal y fruta, otros pocos además tuvieron verdura, fideos, azúcar y aceite. En las escuelas medias entregaron viandas por dos semanas, equivalentes, en realidad, al refrigerio de una jornada simple.

Discutamos entre las organizaciones y vecinos los términos para cuidar la salud en los barrios, a través de la formación de comités, por espacios seguros para la asistencia alimentaria para todas las familias y el resguardo sanitario de los mayores. La pandemia del Covid-19 coloca con urgencia estos reclamos que vienen llevando adelante los vecinos en las asambleas de toda capital. Larreta es el responsable del hambre, la falta de trabajo, la falta de servicios como agua, luz, gas y cloacas, los basurales y el dengue: una bomba social que va a encontrar la organización y resistencia de los trabajadores.

Suscribite al canal de WhatsApp de Política Obrera