Los trabajadores de supermercados frente a la desidia de las patronales

Escribe Violeta Belén

Tiempo de lectura: 2 minutos

Las grandes cadenas de supermercados ocultan los casos de covid19, incumpliendo con el cuidado a los clientes y a los trabajadores que tanto vociferan las gerencias. Quienes sí asumen esa responsabilidad por el cuidado de todos somos los trabajadores.

En la sucursal French de Coto, en el barrio de Once, se produjo el primer caso de covid19 en la cadena y, a los pocos días, nuevos casos más. Hasta la fecha los casos positivos, contabilizados por nosotros, son al menos seis en Carrefour y siete más en las sucursales de Coto.

Sin embargo, hasta el día de hoy, Coto mantiene abierta al público su sucursal de Once. Cerró solo por dos días debido al reclamo de los propios trabajadores, quienes exigieron que se cumplan los protocolos frente a la pandemia y las medidas mínimas de seguridad e higiene, advirtiendo que, de lo contrario, iba traer aparejado muchísimos contagios más. A pesar de las amenazas de despido, y consiguieron el aislamiento de más de la mitad de los empleados. Sin embargo, hay alrededor de veinte más que también deberían estar cumpliendo el aislamiento, según el protocolo.

El reclamo de trabajadores de Coto denunciando la irresponsabilidad de la patronal, con aplausos y medidas de fuerzas en algunas sucursales, recorrió las redes sociales. La dirigencia sindical solo se hizo presente para asentar una denuncia en el Sindicato de Empleados de Comercio (SEC) y reclamar “que se investigue el caso”. En cambio, esta misma dirigencia, de la mano de Ramon Muerza, estuvo manifestándose junto al empresario Alfredo Coto el pasado 4 de abril, por la clausura de uno de los locales de la cadena, sancionada por violar los precios máximos. Mientras tanto, en el resto de las 120 sucursales de Coto, las medidas de seguridad aún son nulas. La burocracia del sindicato sólo aparece cuando tiene que contener la presión de las bases.

En el caso de Carrefour, la empresa actuó de igual manera, ocultando los casos de contagio tanto a los trabajadores como a los clientes. El Híper de Pilar tuvo que ser clausurado por el municipio, ya que con el caso positivo de Covid 19 de un empleado, la empresa pretendía abrir sus puertas al día siguiente sin poner en cuarentena al resto de los empleados del local, incluidos los trabajadores tercerizados de vigilancia, limpieza, repositores externos, que en la mayoría siguen siendo obligados por sus patronales a seguir trabajando, yendo de una sucursal a otra. Esto, cuando no son suspendidos sin garantizar el pago total del salario.

Mientras tanto, el secretario general de comercio, Armando Cavalieri, negocia suspensiones con reducción de salario, con la excusa de defender los puestos de trabajo.

Los trabajadores que estamos en constante exposición sabemos que las medidas que el gobierno va tomando sobre la marcha son insuficientes.

La realidad que vemos a diario en los locales es la de los jubilados desesperados, quienes tienen que elegir si comer o comprar remedios; madres que se pasan todo el día haciendo fila, buscando los productos más baratos en diferentes mercados y que, así y todo, tampoco les alcanza.

Las medidas que fuimos tomando los trabajadores mercantiles, en este corto tiempo, dan cuenta de que la clase obrera es la única fuerza motora capaz de poder transformar esta realidad y es esto lo que hay que poner en movimiento. Adelante, compañeros, en comercio nos estamos organizando.

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