Del “movimiento popular con banderas socialistas” al “frente único con quienes votan al peronismo”

Escribe Emiliano Fabris

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En un reciente editorial en Prensa Obrera, Néstor Pitrola señala: “Nuestro desafío es cómo intervenir en el cuadro de conmoción popular abierta por el triunfo de Milei en las PASO y la devaluación de Massa”. Luego de este descubrimiento tardío de la “conmoción” que reina en las masas, propone un “frente único con sectores que votan al peronismo u otras fuerzas políticas”.

Es el planteo de un tramposo. La “conmoción” afecta a todo el mundo, no solamente al 28% que vota (!!!) a Massa, o sea que lo volverían a votar en octubre en calidad de electorado cautivo. Pero luego de perder seis millones de votos, el voto cautivo del peronismo no existe más, y mucho menos el de Massa, que nunca tuvo votos propios. Se ha hundido el voto cautivo, en especial porque otros cuatro millones los perdió el macrismo. ¿Por qué convocar a perdedores y defraudadores y no simplemente a todos aquellos que han sido confiscados ignominiosamente por peronistas y macristas? ¿Y los abstencionistas? El razonamiento perverso de Pitrola contrabandea, mediante el llamado a “asambleas”, a un frente popular con el peronismo y con todos o parte de “los otros”. Unas “asambleas” de votantes macristas y peronistas, votarán a favor del voto al macrismo y el peronismo y a exigir que se pague el bono que Massa arregló con el FMI.

Al igual que el resto del FIT-U, Milei es presentado como “el enemigo a derrotar”. De nuevo, un frente de colaboración de clases con el pretexto de parar la mano al fascismo. ¿Pero no decía la tesis del “voto castigo” que el avance de Milei es responsabilidad o culpa de kirchneristas y macristas? Un llamado a la lucha, que no puede ser otra que la huelga general, debe apelar a las necesidades de las masas, no a la orientación del voto que supone Pitrola. El ángulo a desarrollar es la lucha de clases, no la colaboración política con una fracción de la burguesía contra otra. La larga travesía de Pitrola por el Partido Obrero ha sido en vano; no aprendió nada o desaprendió todo. Ni él mismo es un votante cautivo de la izquierda: todavía no anunció una campaña por la candidatura presidencial Bregman-Del Caño, ni debe estar asignado el presupuesto de propaganda para eso, luego del mortal despilfarro de dinero por Solano, el “abanderado” del socialismo.

Como perspectiva de esto, Pitrola propone un “congreso de sindicatos y organizaciones de desocupados con mandato, para impulsar todas las aproximaciones posibles, reclamando paro nacional y plan de lucha”. “Aproximaciones posibles” quiere decir que todo está sujeto a negociación –principios y programas. Con “sindicatos” –no con sindicatos combativos y clasistas. No se trata, decimos, de restringir el marco de la lucha, sino de quién toma la posta y da el primer paso. Pitrola no quiere poner en aprietos a los sindicatos que él categoriza de combativos o clasistas. Todo es espuma, de concreto no hay nada en el planteo, sólo atrapar a incautos.

La generalidad de la convocatoria incluye a la burocracia sindical y de las organizaciones sociales afines al gobierno, algo que el aparato del PO ya ensayó con Grabois, con el apoyo entusiasta del PTS. Es lo que acaban de votar con el kirchnerismo y todo el FIT-U en una asamblea de la Facultad de Sociales de la UBA, cuya resolución es un rosario de “denuncias y exigencias”. Entre “todas las aproximaciones posibles”, Pitrola no considera al “Plenario del Sindicalismo Combativo”, al cual da por muerto.

Luego de toda esta perorata Pitrola retoma al FIT-U “como canal de independencia política”, algo que olvidó sin disimulo en las PASO cuando denunciaba al PTS como una filial de La Cámpora. Pero agrega: “sin ultimátum hacia los movimientos de lucha, pero contra el intento de colonizar al activismo en función de un voto a Massa”. Si la convocatoria es contra Massa, es un ultimátum, y si no es un ultimátum, es un apoyo o concesión política a Massa. ¿Qué dirá el PTS de este kirchnerismo de su hermano-enemigo el aparato del PO? El FIT-U pasó de ser “el voto que le duele a los dueños del poder” (Solano dixit) y el único “que se planta”, a mirar en todas las direcciones como un girasol. Pitrola, curiosamente, no aprovecha su larga perorata para llamar a votar al FIT-U; se bandea de una autoproclamación a una silenciosa intrascendencia. En un reciente debate de candidatos en Santa Fe, la candidata del PO oficial tampoco mencionó a los candidatos presidenciales y nacionales del FIT-U que ocupa, en esos lugares, el PTS.

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