Massa, un manotazo de ahogado

Massa ha salido a improvisar anuncios “sociales”, pero de impacto. Lo forzó la evidencia de que el desborde inflacionario le cierra el paso a un balotaje y abre el camino a una movilización independiente del conjunto de la clase obrera.

Por medio de un decreto ha elevado el piso no imponible de ganancias a un sueldo o jubilación brutos de dos millones de pesos hasta fin de año. Ha presentado también un proyecto de ley para extender esta exención impositiva en el tiempo, mediante lo que presenta como “una eliminación de la cuarta categoría”.

Medidas de impacto similar se aplicarán a autónomos y monotributistas.

Acusado por los medios y el macrismo de beneficiar a la “casta sindical”, en alusión al estrato superior de los trabajadores, prevé llevar el salario mínimo de 118 000 a 150 000 pesos en la reunión del Consejo del Salario, por encima del porcentaje de inflación del período. Se trata, de todos modos, de un mínimo que está largamente por debajo de una canasta de pobreza.

Este estallido de anuncios ‘populares’ de parte de quienes presiden una inflación prolongada que se empina al 150 % anual, ni siquiera atenúan la miseria social generalizada. Hay seis millones de trabajadores “no registrados” y otro millón y medio sin empleo permanente, que no recibirán nada de eso o sólo “bonos” y migajas. Cristina Kirchner no salió a celebrarlos.

Massa debe enviar en estos días un proyecto de Presupuesto que se propone reducir el déficit fiscal, al mismo tiempo que rebaja impuestos para sectores patronales y ofrece un dólar premiado para la exportación. La clase obrera seguirá pagando cada vez más una crisis que avanza a todo ritmo. La burocracia sindical, sin embargo, aplaude al ministro-candidato a rabiar.

La bomba de tiempo de la hiperinflación sigue implacable marcando la realidad social y política.

Mientras tanto, Massa y Milei siguen dando pasos de minué para desalojar a la macrista Bullrich -la del “todo o nada- del balotaje. Milei anuncia que quiere aniquilar a la Cámpora, no a Massa, su rival en las elecciones. Propone también discutir con Massa, después de las elecciones, el Presupuesto 2024. La Corporación América, del potentado Eurnekian, que apoya a Milei, sigue ganando licitaciones, lo mismo que el grupo Vila-Manzano, que apoya a Massa. Argentina tiene "casta" por mucho tiempo si la clase obrera no derriba el Estado capitalista, la máquina de triturar de los trabajadores.

Nuestro partido, Política Obrera, impulsa una campaña para organizar desde abajo una huelga general por las reivindicaciones del conjunto del mundo del trabajo, que se convertirá en una herramienta y una ruta para imponer un gobierno de trabajadores.

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