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Al cumplirse 17 años de la segunda desaparición de Jorge Julio Lopez se desarrolló una importante movilización convocada por la Multisectorial La Plata-Berisso-Ensenada que recorrió el centro de la ciudad, pasó por los tribunales federales y terminó en las puertas de la gobernación bonaerense.
Jorge Julio Lopez prestó testimonio, junto a otras víctimas, de las torturas y crímenes cometidos por la dictadura en el marco de los juicios contra los genocidas. Su testimonio fue clave para que Miguel Osvaldo Etchecolatz fuera condenado junto a otros milicos represores por las aberraciones que cometieron en el Circuito Camps. Aquel 18 de septiembre de 2006, el día previsto para la lectura de la sentencia, López desapareció sin dejar rastro. Las investigaciones y la causa López se transformaron en un monumento a la impunidad y al encubrimiento del aparato represivo heredado de la dictadura. Ningún gobierno desde entonces movió un dedo para saber qué pasó con el compañero. Desde los Kirchner, Felipe Solá y Daniel Scioli, hasta Alberto Fernández y Axel Kicillof, pasando por Maria Eugenia Vidal, todos ellos han mantenido el compromiso del poder político del Estado con la impunidad que rodea la desaparición de Julio López.
La marcha en La Plata fue la única movilización que se realizó en el país. Fue nutrida por los organismos de derechos humanos, familiares y víctimas de la represión, representaciones sindicales y estudiantiles, organizaciones de desocupados y por los partidos de la izquierda. A diferencia de lo ocurrido en años anteriores, las organizaciones alineadas con el gobierno no hicieron la más mínima referencia a la fecha, no realizaron actos, ni ninguna otra acción demagógica.
El documento
En el acto se leyó un documento único que no firmamos.
Como en el documento de la movilización del 14, el FIT-U volvió a distinguir entre el 'ministro ajustador' y candidato Sergio Massa del resto de los candidatos derechistas. Este documento señala que “Milei y Bullrich vienen a cuestionar nuestras conquistas, la de los trabajadores y trabajadoras y del conjunto de los sectores populares. Sus planes, de llevarse adelante, significarán un plan de guerra contra los trabajadores”. Y sigue: “por eso advertimos el peligro de este triunfo electoral, aunque sabemos que no es definitivo, pero que utilizan buscando girar la coyuntura a la derecha. Hoy son los sectores antiderechos e inclusivo negacionistas y progenocidas los que se sienten envalentonados”. Esta posición, dijimos, es una absolución vergonzante de la candidatura de Massa.
Otro aspecto de la polémica giró en torno al reclamo a la burocracia de un paro general. La misma burocracia que en el documento se señala como la que “se ha encargado de mantener a los trabajadores desmovilizados y divididos”.
Política Obrera y el Polo Obrero Tendencia marchamos este 18 con un planteo propio con un volante que señalaba que a los cuatro candidatos de FMI los une un rumbo estratégico: una contrarrevolución social y laboral. Es el programa que los Massa-Milei-Bullrich-Schiaretti tienen comprometidos con el FMI y el gran capital.
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