Escribe Daniela Romano
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El gobierno junto con la intergremial viene de cerrar unas paritarias ruinosas. Un maestro de grado que recién se inicia percibirá un salario de 230.000 pesos, por lo menos 54.000 pesos por debajo de la canasta de pobreza, según INDEC, de $284.686,95.
La mesa de la intergremial y el gobernador Gustavo Sáenz dicen haber suscripto un aumento del 20 %, cuando en realidad representa un aumento real del 12 % ya que se aplica a sólo cuatro ítems del salario. Cuando el gobierno dice que los aumentos porcentuales le han ganado a la inflación es una truchada. En lo que va del año, los “aumentos” acumulados llegan apenas a un 50 %, mientras la inflación se proyecta al 150 %. Es decir que, para que el salario realmente se equipare con la inflación, tiene que alcanzar los 420.000 pesos hoy.
Este acuerdo perdidoso solo puede ser explicado a la luz de la derrota de la huelga autoconvocada que la docencia protagonizó durante más de 30 días. Los 12 delegados de los “autoconvocados” que el gobierno prometió incorporar a la negociación -una pieza fundamental para el levantamiento de la huelga- ni siquiera participaron en la paritaria. Es decir, de la mano de la burocracia de la intergremial y luego de la cooptación de los delegados autoconvocados, el salario continúa a la deriva y la educación de la provincia, en una situación de degradación general. En el norte, en este momento, los maestros están dando clases en escuelas sin agua hasta con temperaturas de 50° centígrados.
La docencia delibera en las escuelas con un gran enojo y descontento, pero sin ánimos de salir a luchar inmediatamente, luego de la última derrota y la cooptación de su dirección. Es la tarea que el activismo de la docencia deberá abordar: preparar próximas luchas por el conjunto de las reivindicaciones de la docencia, mediante el método de la asamblea y la rectificación de los delegados cooptados por delegados mandatados que defiendan el pliego histórico. Ningún docente ha renunciado a la lucha por un salario mínimo igual al costo de la canasta familiar, mientras que la huelga general, con piquetes en toda la provincia, han sido el motor de una gran lucha.
Impulsemos la convocatoria de un congreso autoconvocado de trabajadores y la coordinación de las luchas y reclamos.
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