Las elecciones en la Universidad Nacional de Quilmes

Escribe Joaquín Antúnez

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En la semana del 9 al 12 de octubre se realizaron las elecciones para centros de estudiantes y consejeros estudiantiles en la Universidad Nacional de Quilmes. La juventud de Política Obrera participó de las mismas con candidatos en el consejo superior, consejo departamental de Ciencias Sociales y en el centro de estudiantes de Ciencias Sociales y Escuela de Artes (CECSEA), el de mayor caudal electoral y centralidad política en la universidad. Participamos en un frente junto al resto de las organizaciones de izquierda tanto del FIT-U (PTS, PO, MST, IS, PSTU) como el Nuevo MAS, llamado Estudiantes al Frente y de Izquierda. Las otras listas fueron La Juana Azurduy/Alianza Universitaria, ligada al gobierno nacional y la gestión universitaria, y Estudiantes x UNQ (Franja Morada).

La elección tuvo una participación desigual: para el CECSEA votaron 1.487 estudiantes -un leve crecimiento respecto al 2022, cuando votaron 1.333- mientras que el consejo superior, que reúne a todos los estudiantes de la universidad, tuvo una participación de 3.249 estudiantes, es decir, los estudiantes de Ciencias Sociales y Artes representaron casi el 50 % del total.

En los consejos, la lista de la gestión obtuvo el primer lugar con comodidad en todos los departamentos y el superior. La izquierda obtuvo un consejero superior y un departamental en Ciencias Sociales. El dato es que para el consejo departamental votaron menos de 1.200 personas, lo que llevó a la lista al tercer lugar perdiendo por un voto frente a Franja Morada (279 a 278), mientras que en el CECSEA la lista de la izquierda superó 404 (27 %) a 341 (23 %) a la lista de los radicales. La Juana Azurduy retuvo la conducción con 742 votos (50 %).

La campaña de La Juana Azurduy/Alianza Universitaria estuvo restringida a una cuestión administrativa de la universidad y su rol de “gestión”. El recurso a la defensa de los derechos ante la eventual victoria de Milei -esgrimida a nivel nacional- estuvo ausente, para no tener que enfrentarse con los estudiantes ante el ataque sostenido a la educación en los últimos años y su responsabilidad como aliada de la gestión universitaria y del gobierno nacional, que han administrado dicho ataque.

Estudiantes x UNQ (Franja Morada) apostaba a conquistar el centro de estudiantes de Economía y desarrolló una campaña alejada de cualquier referencia al radicalismo o Juntos por el Cambio. Este encubrimiento permanente a su filiación política se debe al rechazo generalizado que aún permanece entre la población estudiantil al gobierno macrista y su ataque a la universidad. Decidió presentarse como una alternativa de gestión a Alianza Universitaria, algo que por ahora no ha rendido muchos frutos.

La izquierda, que se presentó unificada, no logró un avance real en ningún lugar. En comparación al 2022, pasó del 32 % del caudal de votos al 27 % en el CECSEA -su principal “bastión”-, aunque reteniendo las tres secretarías de la izquierda.

Nuestra campaña

Nuestra intervención estuvo centrada en la presentación de un programa integral para dar respuesta a las problemáticas más apremiantes de la universidad: la privatización educativa; la falta de nombramientos docentes, que se traduce en un límite para el desarrollo de las cursadas; la necesidad de becas integrales y una bolsa de trabajo para defender la permanencia de los compañeros más golpeados por la crisis, y un llamado de conjunto a la lucha general por las reivindicaciones educativas y sociales contra el gobierno agotado de los Fernández-Massa. El señalamiento de una perspectiva estratégica permitió el desarrollo de una lucha política en conexión con las reivindicaciones más urgentes. Un sector de estudiantes y docentes percibió a nuestro planteamiento como un hecho distintivo ante el resto de las corrientes presentes.

Nuestra intervención subrayó la crisis política en desarrollo y la necesidad de una organización propia de los estudiantes junto a la clase obrera.

Perspectivas

Las fuerzas presentes, principalmente la Juana Azurduy/Alianza Universitaria y Estudiantes x UNQ, buscaron conscientemente separar la elección universitaria de la crisis nacional y de la propia elección presidencial. El FIT-U y el Nuevo MAS, por su parte, eligieron abstenerse sobre esta cuestión de conjunto.

La baja participación en las elecciones no constituye un desconocimiento del proceso electoral, sino una desconfianza difusa en las fuerzas en presencia, en el marco de una etapa que no estuvo precedida por movilizaciones estudiantiles. Esa retracción será superada con la experiencia de luchas, pero, principalmente, con una clarificación política, que exige de nuestra parte un trabajo sistemático.

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