Escribe Agustina Martelli
Una orientación de organización y lucha para la universidad.
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El viernes 15/12 se reunió la asamblea interclaustros de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires. La asamblea parte de la propuesta de conformar una coordinadora que nuclee estudiantes, docentes, becarixs, investigadorxs y no docentes en contra del extractivismo, en defensa de la educación y la ciencia pública, iniciativa que se viene discutiendo desde las PASO de este año. La asamblea contó con un buen número de becarixs, estudiantes y docentes. Fue manifiesta la ausencia del centro de estudiantes de la facultad, de orientación kirchnerista.
La asamblea se pronunció en contra del paquete de medidas del dúo Milei-Caputo, que representa un ataque directo contra los salarios y las condiciones de trabajo y cursada. El efecto inflacionario de la megadevaluación del peso ya ha provocado una avalancha de remarcaciones de precios y las consultoras privadas prevén que la inflación pueda llegar a ubicarse entre el 25 y 30% en diciembre y enero. Esto representa un golpe brutal al salario, la única mercancía que pretenden mantener planchada. Las federaciones universitarias han pactado un miserable 6% de aumento salarial para diciembre, 0% para enero y un 10% para febrero, lo que garantiza una pérdida salarial enorme para el sector en los próximos meses. El congelamiento del presupuesto educativo 2023 anuncia nuevos ataques al salario y pone en peligro directamente el funcionamiento de las universidades el año entrante.
En enero, además, se suman los tarifazos en el transporte y los servicios, que tendrán un impacto importante en el encarecimiento general de la cursada, sobre todo para estudiantes y trabajadores que toman más de un medio de transporte para llegar a las facultades. En la asamblea se decidió realizar una actividad al inicio de la cursada de verano para denunciar esta situación.
La asamblea debatió la necesidad de organizar instancias de coordinación tanto entre estudiantes y trabajadores de la universidad, como más allá, para dar una pelea de conjunto. Se recordaron algunas de las luchas históricas en las que la unión docente estudiantil logró revertir la avanzada privatizadora y ajustadora de los gobiernos sobre la educación y la ciencia públicas y consiguió importantes conquistas, con acciones de lucha como la toma del MinCyT de 2016 o la gran huelga universitaria de 2018. En ese sentido, se votó participar de la movilización del 20 de diciembre, a 22 años del Argentinazo, la primera manifestación contra el gobierno de Milei, contra el ajuste y el protocolo antimanifestaciones.
Este es el camino que se debe retomar y replicar en cada una de las facultades: asambleas autoconvocadas, plenarios y coordinaciones progresivas de lucha. La AGD-UBA no ha llamado todavía a una asamblea general del gremio, que sería clave para debatir este escenario y resolver medidas de lucha.
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