Salta: la salud en estado crítico

El decreto 45/24 del gobierno de Sáenz, que congela gastos provinciales por un plazo de 6 meses, volvió a poner sobre la mesa el colapso del sistema de salud en la provincia.

Sáenz no sólo está dispuesto a “acompañar lo que haya que acompañar”, salvaguardando del DNU y la Ley Ómnibus de Milei, que privatiza el sistema de salud y autoriza aumentos descomunales de tarifas de los servicios de salud, sino a dar su propio golpe.

El ministro de Infraestructura y Coordinador Político de la provincia, Sergio Camacho, anticipó que la imposibilidad de pagar las prepagas, acrecentará la demanda en los hospitales (que ya se encuentran en “estado crítico”).

Los principales hospitales de la provincia suspendieron cirugías programadas y redujeron turnos programados por un “quiebre de stock” por los aumentos que escalaron entre el 400 y el 1.000 %. Se suma el faltante de medicamentos de pacientes oncológicos, en especial de los infantes. En el caso del Hospital de Rosario de Lerma, lanzaron una campaña de fondos para reparar el grupo electrógeno.

Con el DNU, Sáenz además congeló las designaciones a planta y obliga a jubilaciones compulsivas bajo amenaza de despidos. Afecta así principalmente a la salud. Desde la pandemia, los hospitales se mantienen en base a la sobreexplotación y precarización de su personal. La anulación de las paritarias 2024 completa el cuadro con el quiebre de los salarios. El 82 % para enero, febrero y marzo es una estafa en complicidad con la intergremial.

Dice que “no tiene plata”, pero bajo la prórroga del presupuesto 2023 y la escalada inflacionaria, se hará de por lo menos un 200 % más de recursos discrecionales que irán a sostener a los capitalistas, mientras la provincia -como anticipa el ministro de Salud- va “un brote de dengue a partir del 15 de febrero" y un alza en los casos de COVID que ya lleva 598 casos registrados en 2024. La mitad solo en la última semana. El panorama acrecienta el temor a un nuevo estallido y a la elevada tasa de mortalidad en el norte por la falta de camas y un tendal de enfermedades pre existentes.

La política del gobierno vuelve a mostrar su cara más criminal. La autogestión y gerenciamiento, extendida ahora al conjunto de los hospitales, obliga que se garanticen sus propios recursos. Usa a las gerencias como rueda de auxilio para ir contra los trabajadores y la población. La gerencia del principal hospital llama a que la población “no ocupe el lugar que puede necesitar un paciente de urgencia” cuando hay un único responsable del desequilibrio económico de las familias, del avance del dengue y el COVID y el colapso del sistema de salud.

Los trabajadores retoman sus demandas históricas

La crisis ha abierto nuevamente la deliberación en los hospitales y pone sobre la mesa la necesidad de la autoorganización de los trabajadores de salud y de la construcción una dirección propia para responder con una huelga general.

“Con la reducción de horas guardias no llegamos a cubrir el servicio de salud”, denuncian desde las protestas que resurgieron en Capital y el departamento de Güemes. Son principalmente encabezada por los trabajadores contratados y monotributistas que “facturan” al hospital. Con las horas guardia, muchos llegaban a cubrir la mitad de los salarios de pobreza. En el mejor de los casos, el básico asciende a $120.000, pero hay casos, donde desde la pandemia cobran solo $28.000. Es lo que denuncia un trabajador del Hospital de Rosario de La Frontera, que actualmente sostiene una huelga de hambre en la plaza principal de la capital.

Vamos por las asambleas en salitas y hospitales, por la elección y revocatoria de delegados y la construcción de una asamblea provincial autoconvocada de la salud, que ponga en pie un pliego único y la coordinación de las luchas en curso: por el aumento del 100% de salarios y jubilaciones; el pase a planta de los contratados y monotributistas; reducción de la jornada laboral con salario equivalente al costo de la canasta familiar; entrega inmediata de insumos y el presupuesto necesario para el funcionamiento de los hospitales, bajo el control de comités de trabajadores. Para tirar abajo el DNU de Sáenz y arrancar los reclamos construyamos la huelga autoconvocada de la salud.

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