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El gobierno nacional celebra el éxito de su política monetaria. Sobre todo, lo que llama “el saneamiento del BCRA”, que ha reducido sus pasivos remunerados (Leliqs, pases), como se denomina a los bonos que vende la entidad para retirar pesos en circulación. El Central ha hecho que los bancos pasen de tener leliqs (28 días) y pases (un día), a que pasen a la deuda en pesos del Tesoro nacional. En la última licitación, obtuvo el 95 % de aceptación. En su mayoría, se trata de deuda ajustada por inflación a largo plazo.
¿Cómo han logrado que los banqueros decidan pasarse? Les han ofrecido deuda del Tesoro con un seguro de contingencia (“puts” u opción de venta). Significa que el BCRA está obligado a comprar la deuda de los bancos, con un descuento de apenas 2 % respecto de la cotización del dia anterior.
Pero la misma opción de venta en un pasivo remunerado, ya que el BCRA deberá emitir para afrontar el pago del bono que compra. Se estima que el 15 de febrero los ´puts´ alcanzaron los 9,7 billones, representando un tercio de los pasivos remunerados (29 billones). ¿Por qué han aceptado los bancos? Porque el riesgo de default es menor, dado que tienen el respaldo de la maquinita.
Si los bancos deciden activar los puts, van a generar una corrida cambiaria y una hiperinflación. Este es el motivo por el cual el gobierno no elimina el cepo, ya que en ese caso los pesos irían en masa al dólar. Una parte de la recaudación de pesos mediante la deuda del Tesoro ha ido a la recompra de títulos en dólares del Banco Central, con el propósito de subir la cotización de la deuda externa.
Pero lo más importante es que desmiente la especie del 'déficit fiscal cero'. Por medio de la deuda del Tesoro se financia el gasto público. Esta deuda pasa a ser parte, entonces, de la llamada “base monetaria amplia” –circulante, cuentas de ahorro, depósitos a plazo y deuda del Tesoro con seguro del Central-. Milei pretende financiar el ajuste con mayor endeudamiento y, por sobre todo, la destrucción del salario, las jubilaciones, la destrucción de la obra pública y la recesión.