Escribe Olga Cristóbal
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El sacrificio de Aaron Bushnell, que se prendió fuego para denunciar la política norteamericana en Palestina, generó y sigue generando conmoción en Estados Unidos. Las vigilias celebradas en su honor se suceden en varias ciudades de Estados Unidos -incluida una en Times Square, Nueva York, el martes- y atraen a multitud de activistas por la paz y partidarios de Palestina. En Portland, Oregon, veteranos del Ejército -algunos pelearon en Vietnam- organizaron vigilias donde quemaron sus uniformes y se pronunciaron en favor de una Palestina libre.
La muerte del joven ingeniero de la Fuerza Aérea norteamericana destapó una caja de Pandora. La periodista independiente Talia Jane escribió que el servicio secreto de la Embajada apuntó al cuerpo en llamas del joven: “Al parecer, alguien que intentaba salvar al hombre gritó: "¡No necesito pistolas, necesito extintores!".
En la vigilia que se mantiene frente a la embajada israelí en Washington para exigir el cese del genocidio al pueblo palestino, los manifestantes acusaron a viva a voz al servicio secreto: “Ustedes mataron a ese hombre!”.
Aaron Bushnell se inmoló después de denunciar la participación de Estados Unidos en la limpieza étnica que lleva a cabo el sionismo en Palestina.
Pero las denuncias de Bushnell parecen ser más amplias. Un amigo suyo dijo que, por las funciones que desempeñaba en la inteligencia de la Fuerza Aérea, Bushnell había comprobado la participación de soldados del Ejército norteamericano en los túneles de Gaza.
"El sábado me dijo que tenemos tropas en esos túneles, que son soldados estadounidenses los que participan en los asesinatos. Su trabajo real implica el procesamiento de datos de inteligencia y parte de lo que procesaba tenía que ver con el conflicto de Gaza", explicó su amigo, cuyos vínculos con Bushnell han sido verificados por New York Post (27/2). "Hay demasiadas cosas que no sé, pero puedo decirte que el tono de su voz tenía algo que me decía que estaba asustado", agregó.
El aviador servía en el Ala 70 de Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento de la Fuerza Aérea y tenía "autorización de alto secreto" para datos de inteligencia militar. Según The New York Times, “había llegado a convertirse en un alto funcionario militar que trabajaba en la defensa cibernética” (1/3).
Sus últimas palabras fueron “Palestina Libre”. Desde Yemen a Seattle, millares de personas replican su grito.
Soldado de EE.UU. se suicidó a lo bonzo frente a la embajada israelí en Washington Por Olga Cristóbal, 26/02/2024.