Choferes de MOQSA: retención de tareas ante el no pago de los salarios en febrero

Escriben Sergio Salgado y Oscar Aguirre Zabala

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Este pasado miércoles 6 de marzo, los choferes y mecánicos de “Micro Ómnibus Quilmes Sociedad Anónima” (MOQSA), realizaron una retención de tareas por 24 horas: La medida fue decidida por la CI de UTA el martes 5 cerca de la medianoche ante la falta de depósito de los salarios del mes de febrero (mes trabajado) por parte de la patronal. El personal siempre cobra sus salarios el 4° día hábil del mes, cosa que el pasado día 4 no sucedió. La empresa MOQSA es el famoso “Blanquito”, un oligopolio del transporte automotor de pasajeros en todo un sector de la zona Sur del GBA que vincula el corredor entre los partidos de Berazategui-Florencio Varela y CABA.

La patronal adujo que el Estado Nacional no les había girado los fondos que percibe en materia de subsidio estatal. La comisión interna, alineada con la burocracia nacional de la UTA (y específicamente con la fracción que comanda Arturo Fernández, su Secretario General), largó la retención de tareas con ocupación y permanencia en el playón del Garage Central de Camino General Belgrano y Avenida 14 en Berazategui, y en las distintas cabeceras. Fue más que un paro obrero; se trató de una medida de ariete de la patronal y la burocracia ante el desquicio en el esquema de subsidios que provoca la política de Milei, tanto como lo venía provocando el esquema llevado adelante por la gestión de los Fernández-Massa. De todos modos, la bronca de la base trabajadora también se expresó en señalamientos de decenas de choferes con los cuales pudimos dialogar, al hacerse presente la militancia berazateguense de Política Obrera en las puertas de la empresa. Fuimos a llevar nuestra solidaridad y a apoyar el reclamo de pago inmediato de los salarios.

“MOQSA no es un kiosco, ni un almacén de barrio, plata para privilegiar los salarios tienen”, nos narraron. Otro compañero señaló: “embolsaron los aumentos en los boletos y no nos pagan, ni mejoran las unidades”, esto en referencia a que casi todas las líneas, salvo los servicios semirápidos, no cuentan siquiera con el equipamiento de aire acondicionado, algo que no sólo resiente al pasajero, sino que, genera un ámbito laboral degradado durante los meses de verano para el 90% de los choferes. Otros compañeros expresaban “¡hace cuánto que venimos así!”. La desconfianza de todo un sector de los trabajadores se tradujo en comentarios contra la empresa y los propios delegados de la UTA y hacia el sindicato: “No se hicieron presentes ni de UTA Sur ni de UTA Nacional, ni ninguna comisión interna, siquiera la de la 98”, que es otra de las empresas fuertes del sector en la misma zona. Es decir que esperaban una corriente de solidaridad que ni siquiera promovieron ni UTA, ni SMATA, ambos gremios con afiliados en la empresa.

La retención de tareas afectó el servicio de todas las líneas que absorbió con el devenir de las últimas dos décadas el grupo MOQSA (159, 219, 300, 619, 603, 372, 584 San Juan Bautista y los “servicios diferenciales”), incluida “El Halcón”-Línea 148. Sólo MOQSA-La Blanquito cuenta con más de 1.200 choferes bajo convenio de UTA, sólo queda una rémora de un puñado de choferes propietarios asociados. La patronal terminó depositando los salarios, a la casi totalidad del personal, a últimas horas del miércoles 6, elemento que tomó la CI para levantar la retención de tareas, y el jueves 7 cobraron los que no tuvieron el depósito el 6.

Lo publicitado acerca de la paritaria (que los choferes habrían logrado superar el millón de pesos de piso salarial) es falso; en estos últimos años ha habido un importante recambio generacional en la composición del personal, con lo cual el grueso de los choferes oscila entre la canasta de pobreza y una minoría que con mucha antigüedad supera el costo de la canasta familiar.

Las patronales del transporte y el esquema de subsidios estatales son una muestra de la inviabilidad del sistema que parió el menemismo, cuando “desreguló” el sector en los 90’ y comenzó el esquema de subsidios. La desregulación llevó a una concentración de capital oligopólica. Son patronales verdaderamente parasitarias: no invierten, no respetan el CCT, las frecuencias de servicio son pésimas, retacean el fleteo de unidades y realizan por tanto un fraude contable contra el presupuesto público; siguen, además, con la prebenda estatal heredada de la pandemia, de una rebaja en las cargas patronales para la previsión social de los choferes, perjudicando el futuro jubilatorio de sus empleados.

Arturo Fernández de la UTA, como la fracción burocrática de Bustunduy, que responde a la patronal del grupo Dota, siempre utilizan a los trabajadores como ariete de los reclamos patronales por los subsidios estatales. Que MOQSA abra los libros contables al control obrero, que abone los salarios como corresponde, respetando el CCT y la paritaria, y que ésta garantice que el piso salarial sea efectivamente el costo de la canasta familiar.

Abajo el gobierno patronal de Milei y su golpe de estado económico contra los trabajadores, y su anunciada reforma antilaboral, que en la versión del DNU 70/2023 tiene previsto la virtual eliminación del derecho de huelga en el transporte, obligando a “guardias del 50%". Por la nacionalización del transporte con control obrero y de usuarios ante la incapacidad de estas patronales parasitarias en garantizar los salarios, los puestos de trabajo y un buen servicio a los usuarios. Fuera la burocracia sindical, por un movimiento autoconvocado de choferes que forje una nueva y verdadera dirección obrera que defienda los salarios y condiciones de trabajo y logre expulsar de la UTA a la burocracia peronista patronal.

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