Escribe Luciana Diaz
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El gobernador de Buenos Aires suspendió la puesta en marcha de la jornada completa en 60 escuelas bonaerenses que debían incorporarse a esta modalidad a partir del 1 de marzo. Kicillof había suscripto un convenio en 2022 con el gobierno nacional, por el cual éste se comprometía a financiar el costo del programa durante cinco años. Como el gobierno de Milei viene desconociendo cualquier financiamiento de obligaciones que considera que son de las provincias, cortó todos los fondos destinados al pago del incentivo docente, infraestructura y a diversos programas que le corresponden a la Nación por ley, resolución o convenio, incluyendo el "Programa hacia la universalización de la jornada completa”.
En la reunión de los sindicatos con el secretario de Educación, el gobierno nacional se comprometió a enviar fondos para infraestructura, comedores, copa de leche, jornada completa y 5ta hora (no para incentivo que va directo al salario) pero en base al devalorizado presupuesto del 2023, que no tiene en cuenta la inflación de más del 200% anual.
La jornada completa está estipulada como universal desde que se promulgó la Ley Nacional de Educación, en 2006. Su concepción responde más a un intento de contención social contra la degradación social que genera el capitalismo. Está pensada para brindar una comida al mediodía e institucionaliza a la niñez durante ocho horas haciendo a la vez de guardería, dejando en un tercer lugar la función del aprendizaje.
Pero la completa universalización requiere de la construcción de miles de escuelas que nunca entraron en los presupuestos de los Kirchner, Macri o Alberto Fernández. Por eso, y para dibujar "más días de clase" contabilizando más horas, plantearon la quinta hora en primaria que, con la docencia obligada a trabajar dos cargos, implica en los hechos una jornada laboral de 11 horas.
La extensión del horario escolar va de la mano de la prolongación de la jornada de trabajo, de las familias y de la docencia, quienes ya se ven obligadas de conjunto a tener más de un trabajo para arrimar algo a fin de mes. Actualmente, la provincia no puede garantizar ni cuatro horas de clase en las escuelas porque se suspenden por falta de agua o techos caídos. En la provincia, Kicillof aplica el ajuste de Milei.
La educación viene en caída a consecuencia de la degradación social, la falta de recursos y la superexplotación laboral a la que es sometida la docencia. Para eso, además de una mejora superlativa en las condiciones de vida de las familias, son necesarios la inversión en infraestructura, el nombramiento de todos los cargos faltantes y un salario por cargo igual a la canasta familiar.