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La postulación de Ariel Lijo para ocupar el cargo vacante en la Corte Suprema que dejó Elena Highton de Nolasco ha provocado un nuevo cimbronazo político. Su postulación ha sido impugnada por la Coalición Cívica, que es una de las patas de la ´oposición amigable´ que encabeza Miguel Ángel Pichetto, y por el radicalismo. El senador del PRO, Luis Juez, reclamó ayer al Consejo de la Magistratura que se investiguen las denuncias contra el postulado. El kirchnerismo, por su parte, se limitó a subrayar su preferencia por el nombramiento de una mujer en el tribunal supremo.
La candidatura de Lijo fue anunciada con el reemplazo a término de Juan Carlos Maqueda, quien el 29 de dicembre próximo cumple 75 años, la edad máxima para integrar el tribunal. En este caso, el candidato de Milei es Manuel García-Mansilla, decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Austral, opositor al aborto legal y cercano al procurador del Tesoro, Rodolfo Barra, de filiación nazi y militante del Opus Dei.
La candidatura de Lijo contaría con el beneplácito del kirchnerismo, cuyos votos son imprescindibles en el Senado para alcanzar los dos tercios requeridos para la aprobación de los pliegos de los postulados. Lijo ascendió al cargo de juez en 2004, durante la presidencia de Néstor Kirchner, como recuerda hoy La Nación, a pesar de haber salido quinto en el concurso. “Tuvo la suerte de que tres de los que lo precedían en la lista terminaron en otros cargos, y el cuarto renunció” (LN, 21/3). Lijo dictó fallos favorables y contrarios a la camarilla K: por ejemplo, condenó a Amado Boudou en la causa Ciccone, pero lo favoreció en el caso The Old Fund, al remitir la causa a los juzgados de Formosa. Es un caracterizado operador de Comodoro Py en tándem con su hermano Alfredo. En su despacho durmieron, entre otros, la causa que debía investigar los estragos econónicos de empresarios, burócratas y funcionarios, desprendida de la investigación del crimen de Mariano Ferreyra. También fue quien archivó la causa contra Gerardo Martínez, de la UOCRA, por su actuación como agente de inteligencia del Batallón 601 durante la dictadura. Los medios sacaron a relucir por estas horas los vasos comunicantes que mantiene con la ex presidenta y su entorno, entre otros, Juan Martín Mena, ministro de Justicia de la provincia de Buenos Aires. "La negociación con el kirchnerismo es uno de ellos por uno nuestro", afirma Clarín (21/3) que le transmitió uno de los funcionarios encargados de llevar adelante las conversaciones. Esto explicaría mejor que nada el silencio de CFK en estos meses, apenas interrumpido por una carta pública donde ofreció a Milei una plataforma legislativa común en materia de privatizaciones y reforma laboral. La nominación de Lijo fue precedida, semanas atrás, por la presentación de un informe redactado por el mencionado Barra en la apelación de Cristina Fernández por la condena del juicio de Vialidad. Como “experto”, el actual Procurador había exculpado a la ex presidenta de toda responsabilidad en la ejecución del presupuesto y, por lo tanto, en el direccionamiento de la obra pública al amigo y socio de la familia Kirchner, Lázaro Báez. La Oficina Anticorrupción se limitó a pedirle que “se abstenga” en lo sucesivo por incompatibilidad con su cargo, pero se negó a destituirlo, como habían solicitado legisladores de la CC. La colaboración del peronismo, sus gobernadores y la burocracia sindical son clave en el sostenimiento del ´proyecto libertario´. Lijo, además, sería el candidato favorecido por Ricardo Lorenzetti, declarado enemigo de Elisa Carrió.
La movida ha generado desconcierto en la ´oposición amigable´, el semioficialismo y en el oficialismo. La Nación acusa a Lijo de ser “bandera de la impunidad”. Clarín, en cambio, habla de un “empate estratégico” de dos votos, ya que alteraría la mayoría formada por Rosatti, Rosenkrantz y Maqueda, que desplazó a Lorenzetti de la presidencia del tribunal. “Podría intuirse un intento oficialista por "balancear" la actual mayoría estable en el máximo tribunal. El nombre y perfil del quinto candidato, entonces sería clave para el futuro de la Corte y también del gobierno de Javier Milei” (Clarín, 20/3). La Corte tiene en agenda pronunciamientos sobre la validez del DNU, la coparticipación y los fallos contra CFK.
El episodio, de un lado, refleja la debilidad intrínseca del gobierno ´libertariano´, que debe apoyarse en los bloques macrista y peronista para darle andadura a su proyecto. A la vez, pone de manifiesto esa colaboración política, traducida en el apoyo general a los planteos de la ley ómnibus, a la militarización de Rosario, la reforma laboral y las paritarias a la baja, entre otros.