Toyota y el SMATA prenden la motosierra de Milei

Escribe Cristian Vargas

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Mediante un comunicado interno, el martes 26 de marzo Toyota confirmó a su personal de convenio que abría un plan de retiro voluntarios con un cupo para 400 trabajadores, cerca del 7 % del personal de la planta de Zárate. Desde hace un mes se encuentra suspendida la producción de los lunes en el turno mañana. Los parates por falta de insumos vienen siendo sistemáticos. La empresa nipona ofrece a los trabajadores que inscriban en los retiros la indemnización correspondiente, más una “gratificación de 12 sueldos”.

La crisis del mercado automotriz, precipitada por la recesión inducida por la política económica del gobierno nacional, ha dado paso al ´reajuste´ de planes de producción, donde la única variante de ajuste son los trabajadores. Toyota proyecta para este año unas 26.000 unidades menos que en 2023 (de 186.000 a 160.000).

El achique en la producción en toda la industria data de fines de 2023, a partir de la crisis de deuda que tenían las terminales con sus proveedores y casas matrices. En diciembre del año pasado Renault-Nissan abrió una lista de retiros voluntarios de su planta de Santa Isabel, Córdoba, con el propósito de desvincular a 450 trabajadores sobre un plantel de 1.600; Mercedes Benz, en La Matanza, hizo lo propio y se acogieron, según SMATA, unos 140 trabajadores de un plantel de 2.000 operarios. La planta de Ford en Pacheco había adelantado vacaciones correspondientes a 2024, y la vecina VW, que a principios de 2023 picaba adelante en la producción -incluso había incorporado trabajadores-, bajó un 10 % las proyecciones de producción para 2024, y lleva adelante un plan de jubilación anticipada para trabajadores de 59 años en adelante.

Si bien el achique del plantel de las terminales mediante retiros voluntarios, suspensiones y prejubilaciones son moneda corriente desde la década del 90 por la aceptación cómplice del SMATA, que se ha trasformado en agencia de colocación de las grandes patronales automotrices, es una novedad en Toyota; por un lado, porque viene de una expansión sistemática de la producción y de la planta de Zárate y, por el otro, porque la rotación de personal se daba principalmente por arreglos forzosos debidos a desgaste físico y psíquico de los trabajadores, en un tiempo estipulado de no más de 10 años en la línea de producción.

Según Infogremiales, lo que está bajando el sindicato metalmecánico a las asambleas de planta es que el principal problema que deriva en este achique de personal es, por una parte, el fuerte derrumbe y, por la otra, “el nulo diálogo con el gobierno”, tanto de la empresa como el sindicato; es decir, un frente único de SMATA con Toyota que garantiza, sin conflicto y billetera mediante, el "plan motosierra" de Milei en la industria automotriz.

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