El desafío que enfrentan los compañeros metalúrgicos

Escribe Pablo Busch

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El miércoles pasado tuvo lugar una nueva movilización de los trabajadores siderúrgicos de la UOM por el centro de Campana. La movilización fue masiva, tanto de trabajadores de Siderca -la planta de Techint en el distrito- como de trabajadores que vinieron de otras seccionales. Es parte de un cronograma de movilizaciones convocadas por la UOM luego de los paros escalonados que terminaron la semana pasada.

La discusión paritaria de la UOM se discute en dos ramas centrales: la 17, que agrupa a casi todas las metalúrgicas -linea blanca, electrodomésticos, metalmecanicas, etc- y la rama 21 que agrupa a los siderúrgicos (las plantas que Techint y Acindar tienen en todo el país). Ambas discusiones paritarias están empantanadas. El lunes se había realizado la reunión de la rama 21 en la que no hubo acuerdo, por lo que los trabajadores seguirán cobrando los salarios de noviembre. El martes se había realizado también la reunión paritaria de la rama 17. Tampoco se llegó a un acuerdo; los salarios siguen freezados desde diciembre-. La rama 17, ha sido frenada por una prórroga de la conciliación obligatoria. Después de la huelga de los siderúrgicos de 72 horas de la semana pasada, la UOM ha convocado tres movilizaciones en los próximos días: la realizada en Campana, el pasado miércoles, el jueves 4 de abril a la planta de Siderar San Nicolás y el día 11 de abril una movilización en Villa Constitución -sede de la planta principal de Acindar-Arcelor Mittal-.

La UOM reclama que se aplique el porcentaje de la inflación a los salarios, como en los últimos meses de 2023. En el caso de las cámaras metalúrgicas, que otorgaron un aumento en enero del 25,5 % correspondiente a la inflación de diciembre, el reclamo es un aumento del 20,6 % en febrero y del 13,2 % en marzo correspondiente a la inflación de febrero. Las patronales ofrecen solo un 20 %.

El reclamo en las siderúrgicas incluye la inflación pendiente de diciembre, del 25,5 % y totalidad arriba del 70 % para el trimestre. Los metalúrgicos están cobrando, como consecuencia del impasse, salarios de 300 mil pesos por mes. En Siderca, que siempre fue una de las mejores pagas, dependiendo la categoría, va de 550 mil pesos a 1 millón.

La Secretaría de Trabajo está encabezada por un hombre de la patronal de Techint. “El mes de febrero, da cuenta en todos los casos de una caída en nivel de actividad en términos interanuales que asciende a 45,5 % para los laminados y 21 % para acero crudo” (elcohetealaluna, 24/3). La caída en la producción industrial se tradujo, en Acindar-Arcelor Mittal, en la paralización de sus cuatro plantas (Rosario, Villa Constitución, Mercedes y Tablada) luego de una caída de 40 % en las ventas de acero en enero. Ni la UOM -ni el SMATA, ni la UOCRA- han planteado una lucha de conjunto contra las suspensiones y por el reparto de las horas de trabajo: acompañan con mayor o menor empeño los planes patronales de parates con reducción salarial.

Lo menos que se puede decir de Abel Furlán, el secretario general de la UOM, es que sigue una política de desgaste. Las movilizaciones rotativas, encerradas en ellas mismas, no apuntan a ningún lado. Furlán, por otro lado, se vincula con la política de la CGT en su conjunto, de que cada sindicato se arregle por su cuenta, en el marco de paritarias que han agotado su capacidad de resolver los problemas de los trabajadores, en un marco de volatilidad financiera. Las patronales no quieren subir salarios de acuerdo a la inflación pasada, cuando el gobierno ha pasado a una política de recesión con la promesa de bajar la tasa de aumento de precios en los meses que vienen. De otro lado, los salarios en pesos son bajísimos pero han subido en término de dólares, porque el gobierno no ajusta el tipo de cambio. Las patronales son invitadas a deflacionar los salarios, no a aumentarlos, en especial si exportan.

Planteamos que la UOM llame a una huelga general con ocupación de las principales empresas, para adelantarnos al lock out patronal. Debe, a su vez, llamar a la CGT a que declare un paro de advertencia de una huelga general, para el cese inmediato de los despidos en el Estado, la total recomposición de salarios y jubilaciones, la anulación de los DNU, y el respeto al derecho constitucional de huelga y a la legislación laboral.

Para apoyar esta plataforma de lucha son necesarias asambleas generales de inmediato en las grandes fábricas y asambleas regionales del conjunto de la UOM. La táctica que proclama el kirchnerismo de “cansar a Milei para echarlo en 2027”, sólo sirve para ‘cansar’ a los trabajadores mediante una política de desgaste.

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