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La CGT de Salta acaba de confirmar en qué consistirá la jornada del próximo 1° de Mayo. Bajo la consigna “La Patria no se vende”, como era de esperarse, la movilización no pasará ni a 10 cuadras del centro de la ciudad ni de la Casa de Gobierno. Culminará en la plaza del barrio San José.
Según el comunicado cegetista, se “enmarca” en el plan de lucha aún latente (sic) que se inició con la gran convocatoria en apoyo a la educación pública. En la jornada pasada, su participación fue escasa y su montada en la misma tardía. Salvo alguna excepción como la Fraternidad, no llevó ni al 3% de los trabajadores de bases de sus sindicatos, pero sí fue un intento de salvaguardarse de responsabilidades y tratar de rehuir a cualquier espíritu de lucha contra el gobierno que termine por ponerlos en la picota por su complicidad con el gobierno libertario en la confiscación social de los trabajadores y jubilados.
Es el resultado de su política antiobrera que se expresa en el acuerdo con el gobierno de Milei, pero también con el conjunto de los gobernadores como hace Rodas acá, su secretario general, quien está enrolado en el gobierno de Sáenz. Fue parte del operativo de “reelección” del actual gobierno y ahora del operativo de rescate que encabeza Sáenz al Pacto de Mayo para lo cual no tardó en sacar un comunicado “Proponemos un nuevo contrato social”, con un programa de “consenso multisectorial” y adelanta que “si vamos a discutir la reforma laboral, abrimos las puertas a la discusión de un régimen laboral moderno que no lesione los derechos conquistados”.
La CGT local es un alfil directo de Gustavo Sáenz. En lugar de denunciarlo por su política hostil, defiende la línea del gobierno en la Ley Bases y el Pacto de Mayo. Le reclama que juegue todas las maniobras parlamentarias en nombre del “interés de los salteños”, mientras engrosa la lista de entrega de los derechos laborales y de las paritarias a la baja.
En febrero, conformó el frente intergremial educativo, donde concentró a varios sindicatos docentes, pero son los mismos que no abrieron la boca frente a la confiscación local, de hecho, forman parte de la intergremial de Sáenz. Frente a la lucha de los obreros del Tabacal, dejó pasar los 38 despidos y la imposición de un esquema de paritarias truchas. La misma suerte corre con los despidos en la construcción que se cuentan arriba de los 6000 por el parate de la OOPP, antes con los despidos de delegados en la Coca-Cola.
El aparato del PO y la Unidad Piquetera, han decidido ocultar su carácter de seguidismo a la burocracia, a quienes le reclaman el mentado “plan de lucha”. Han renunciado a la disputa de la jornada a la vía muerta que representa la CGT y pretenden ocultarlo en la tergiversación de la movilización nacional contra la Ley Bases del día de hoy, cuando inician los debates, y convertirla en un acto del Día del Trabajador.
La jornada de movilización y acto de la CGT local está muy lejos de ser un campo para una movilización masiva de trabajadores de la provincia. El seguidismo a estos, nos lleva a un sin salida. Desde Política Obrera, impulsamos un acto en la tradicional esquina de Florida y San Martín, donde serán oradores compañeros universitarios y de la docencia local, junto a nuestra compañera Violeta Gil. Durante estas jornadas recorreremos los principales lugares de trabajo para llamar a los trabajadores a que impulsemos jornadas de lucha independientes. Es momento de tomar la posta, compañeros.