Escribe Joaquín Antúnez
El Brexit, el fracaso ‘libertario’ y la guerra.
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Las elecciones municipales en 107 de los 317 distritos ingleses y galeses dieron como resultado la peor elección conservadora en 40 años. Los laboristas obtuvieron importantes victorias, incluidas dos en el sur inglés, históricamente un bastión de los “Tories”. El norte, denominado “muro rojo”, que había sido penetrado por los conservadores bajo la gestión de Boris Johnson, ahora ha vuelto a pintarse de rojo (color de los laboristas) en el mapa electoral. Sin embargo, una proyección nacional, le otorga solo el 34 % de los votos al partido de Keir Starmer, suficiente para derrotar a un alicaído Partido Conservador, pero insuficiente para hacerse de una mayoría propia en la Cámara de los Comunes (Cámara baja). Rishi Sunak llegó al gobierno luego del desplome de Liz Truss, la primera ministra libertaria, que cayó luego de 45 días de gobierno.
El laborismo ganó en 8 de los 11 municipios más habitados del país, incluidos Mánchester, Liverpool, Leeds o Sheffield (South Yorkshire), así como en la aglomeración de York y North Yorkshire, donde se encuentra la circunscripción del primer ministro (La Nación, 04/05). Asimismo, en Blackpool South -donde se disputaba una banca para el Parlamento ante un escándalo de corrupción del edil conservador- el laborismo obtuvo el 58,5 % de los votos. El 26 % de esos votantes en la elección anterior habían optado por el candidato conservador; es la mayor transferencia electoral desde la Segunda Guerra Mundial. Rishi Sunat, premier inglés, aprovechó la descontada victoria del alcalde Ben Houchen, en Tees Valley, para señalar que no todo era gris de cara a las elecciones nacionales, que si bien no tienen fecha oficial se descuenta serán en noviembre.
Lo propio hizo el candidato laborista, Keir Starmer, en Londres, al acompañar al dos veces reelecto alcalde, Sadiq Khan, el primer mandatario de la capital inglesa. Con este tercer mandato, supera a Boris Johnson, que había dirigido la ciudad durante dos mandatos antes de convertirse en Premier. Khan y Starmer aprovecharon el acto de celebración para exigir elecciones inmediatamente, aunque no hacen nada para ello.
La última elección municipal se había dado en el año 2021; si comparamos, ahora los laboristas dirigen 48 alcaldías, mientras que los "tories" perdieron diez y controlan seis y los liberal demócratas ganaron dos y se quedaron con doce, mientras que el resto corresponden a otras formaciones. (Página 12, 05/05). En términos de concejales, los conservadores han perdido cerca de 500, varios de ellos arrebatados por los liberal demócratas y otros muchos por laboristas o independientes. Por primera vez en la historia, los conservadores están terceros en la nómina de concejalías, por detrás de los laboristas que ganaron 200 ediles, los liberal demócratas que ganaron 90 y superaron las 500 bancas. El Partido Verde ha alcanzado 150 bancas y los independientes 260.
Los denominados independientes son, en su mayoría, candidatos que han roto con los laboristas por su apoyo al genocidio sionista en Gaza y una enorme cantidad de activistas de origen musulmán que han decidido ser un canal de denuncia ante la situación de la población palestina. Así lo demuestra que tres jóvenes de 18 a 20 años (Mohammed Ali Islam, de 20 años, Ismail Uddin, de 19, y Atira Malik, de 18) hayan sido electos concejales y, reunidos en un verdadero acto popular, fueran llevados en andas por las calles.
Un desprendimiento izquierdizante del Partido Laborista, fundado en 2019 tras el desplazamiento de Jeremy Corbyn de la dirección laborista, el Partido de los Trabajadores de Gran Bretaña (WPB en inglés), ha logrado convalidar 4 concejales en 2 distritos del norte. También ha resultado tercero en varios otros distritos, quedando a poco votos de los candidatos tradicionales. En febrero pasado, su principal dirigente George Galloway había logrado consagrarse como diputado nacional en Rochdale obteniendo el 40 % de los votos. Su campaña estuvo centrada en denunciar a Starmer por su complicidad ante el genocidio en Gaza. Los principales diarios han centrado su atención en la pérdida de votos laboristas en ciudades con importante población musulmana y/o estudiantil, que se encuentra movilizada activamente en las calles y campus universitarios.
Según el analista John Curtice, “los laboristas se beneficiaron más del "deseo [de los votantes] de vencer a los conservadores" que del "entusiasmo" por su partido en estos comicios.” (La Nación, 04/05) Y el gran desempeño de candidatos independientes es un señalamiento en este sentido, puesto que en muchos casos los laboristas eran derrotados por estos candidatos, como en Rochdale u Oldham.
La derrota conservadora ocurre cuando la pauperización arrasa las condiciones de vida de la población. Los votos a los ediles que han levantado su voz contra el genocidio palestino expresan un voto contra el conjunto de la guerra imperialista, donde Gran Bretaña ocupa la delantera más belicosa. Retoma el hilo conductor de las grandes huelgas de la salud, la educación y el transporte en el 2022 y 2023 contra la carestía. Los laboristas no han presentado un programa de gobierno alternativo, simplemente se han dedicado a esperar pacientemente la caída de los conservadores para salvar la línea de sus enemigos.