Paro en Rosario con movilizaciones del SOEAR, SOMU, Comercio, AMSAFE, SADoP, ATE, docentes universitarios y organizaciones sociales

Escribe Juan Cruz Mondino

Desde la tribuna del acto principal fue descartada una perspectiva política autónoma para la clase obrera.

Tiempo de lectura: 3 minutos

El paro del 9 de mayo se hizo sentir en Rosario y en la región, pero no por la burocracia de la CGT. Por la mañana, se realizó un acto en la Bolsa de Comercio al cual asistieron AMSAFE, COAD (docentes universitarios), ATE, organizaciones sociales y de izquierda. En simultáneo, una columna muy importante del sindicato de Empleados de Comercio se movilizó por la peatonal rosarina para garantizar el cierre de los comercios. El paro en el transporte fue total, sin moverse un solo colectivo, no así los taxis. La huelga fue precedida por un paro de 48 hs en el marco de un plan de lucha que reunió a AMSAFE y a SADOP, para rechazar la oferta salarial miserable del gobernador Pullaro y los aprietes y amenazas de descuento. El paro había comenzado con una gran movilización de la docencia de la provincia a Santa Fe.

El acto central se realizó en las puertas de la aceitera Dreyfus, en General Lagos. La jornada, encabezada por Aceiteros Rosario, fue presentada como un plenario intersindical. De éste participaron la CTA Autónoma, SOMU (Marítimos), el sindicato Jabonero, SIPRUS (médicos profesionales), FESPROSA, APDH Rosario, una delegación de la Comisión Interna de Acindar y de la UOM de Villa Constitución, y una delegación de la Junta Interna del Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria, entre las más destacadas. La palabra en el escenario se limitó solamente a los secretarios generales de las federaciones y seccionales.

Desde Política Obrera participamos de ambas instancias con una delegación de estudiantes, docentes, trabajadores de la salud y metalúrgicos con la consigna de la huelga general y la necesidad de una coordinación de base, plenarios regionales, intersindicales, asambleas autoconvocadas, con el fin de superar el método de “los paros domingueros”. La CGT Rosario se limitó a una conferencia de prensa, sin participar orgánicamente de ninguna de ambas instancias; la filial cegetista y sindical de Pablo Moyano se mandó a guardar.

Los discursos de los secretarios generales fueron dispares. Los oradores del sindicato aceitero, Marcos Pozzi y Daniel Yofra, señalaron la contundencia del paro en toda la región, incluido el Cordón Industrial. El SOMU enfatizó que el paro en los puertos era total. Ambos gremios se comprometieron a estar en la calle, declarar un paro y asediar al Senado cuando la Ley Bases tenga que pasar por el recinto. Por otro lado, el secretario general de la UOM Villa Constitución destacó la coordinación de los gremios en esa región y reivindicó el paro por tiempo indeterminado, lanzado frente al sabotaje de la patronal a la paritaria de la siderurgia. Su discurso, sin embargo, criticó a los votantes de Milei y a quienes votaron en blanco y los presentó como responsables del triunfo del actual gobierno. Esquivó a los únicos responsables: el gobierno de los Fernández —en completa crisis durante dos años, los acuerdos del peronismo con el FMI y la colaboración de clase de la renovada dirección de la UOM, que encabeza Abel Furlán, con el apoyo de la seccional de Villa. El empantanamiento de la paritaria de la rama está confinado a reuniones a puertas cerradas con Caputo. La declaración de que en el futuro habrá que votar "mejor", repite la nefasta política electoral contra el macrismo –“esperar a 2019”– y conspira contra una acción de huelga general a fondo para quebrar al gobierno antiobrero. En la tribuna del acto estuvo ausente el contenido político de la huelga, que no puede ser otro que poner un fin al gobierno liberticida.

En el acto ningún orador tomó la perspectiva de continuidad de estos encuentros, asambleas o plenarios intersindicales, los cuales servirían para preparar la lucha desde los lugares de trabajo y abriría una deliberación más amplia en las bases obreras, que hoy están discutiendo cómo enfrentar la guerra económica que está librando el gobierno de Milei. Desde Política Obrera hemos señalado repetidamente que esta deliberación desde abajo, frente a los compromisos de la CGT y la burocracia sindical con la reforma laboral que pergeña el Gobierno, es el camino para tumbar a este gobierno antiobrero, construyendo fábrica por fábrica, escuela por escuela, en cada lugar de trabajo, la huelga general.

LEER MÁS:

9 de mayo: Qué pasó y qué nos enseña este paro dominguero Es necesario decir las cosas como son. Por Comité Editorial, 09/05/2024.

Suscribite al canal de WhatsApp de Política Obrera