Universidad

Balance de las asambleas de Exactas y de la marcha del 23

Escriben Nahuel Rabey y Agustín Martínez

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La marcha del 23 fue el primer golpe al Gobierno. Pudimos ver una enorme cantidad de carteles confeccionados a mano y banderas de colegios secundarios con consignas como “Abajo Milei”. Exactas-UBA lo reflejó en su columna con cánticos reiterados en contra de Milei. También lo reflejó en las asambleas por departamento y en la gran asamblea en el playón cuando se puso a votación la consigna “Fuera Milei” para la bandera que llevaría la facultad a la marcha.

La consigna elegida en la asamblea fue, sin embargo, “En defensa de la ciencia y la universidad públicas”. Esta frase positiva fue presentada como una expresión de unidad. Es necesario decir que la consigna “Fuera Milei” es también una expresión de unidad con los trabajadores despedidos de Aerolíneas -que estaban presentes en la asamblea con la intención de unir fuerzas- y, a diferencia de la consigna elegida, “Fuera Milei” permite delimitarnos claramente de los que quieren una ciencia y universidad “auditada” por el gobierno que nos ataca. También nos delimita de los rectores y decanos que tienen la intención de acordar con Milei la asfixia de la Universidad a cambio de que no se toquen sus intereses de camarilla. Si alguien conservaba alguna duda al respecto, el vicerrector de la UBA y diputado Yacobitti terminó de disiparla cuando votó la Ley Bases en el Congreso junto con otras tres diputadas ligadas a él que provienen de la gestión de la UBA. El decano de Exactas, “Willy” Durán, fue orador invitado de Martín Lousteau en el Senado, con la intención de objetar artículos específicos de la ley para que luego Lousteau la vote a favor en general. Esta acción funciona como un respaldo para quienes posteriormente votan la ley y no modifica el vaciamiento que sufre la Universidad. Hoy el Consejo Superior ha votado que se levanta la emergencia universitaria y el decano de Exactas, ligado a los K, sólo se abstuvo. Ese es el comportamiento de una camarilla que únicamente defiende sus intereses particulares.

En palabras de Clarín, la marcha fue ‘la primera bala que le entró al Gobierno’. Pero este golpe produjo lo contrario a lo que muchos esperaban. Al día siguiente, los diputados que marcharon no dieron quórum para tratar el presupuesto universitario. Y una semana después el Gobierno logró lo que no había podido lograr cuando asumió: que se apruebe en Diputados de la ley de Bases. Cuando más golpeado sea el Gobierno por los jóvenes y trabajadores, más evidente se va a tornar que las fuerzas progresistas lo prefieren: tanto diputados de la UCR como de UxP ya han votado a favor de la ley de Milei.

Han pasado tres semanas. Mientras los rectores y los medios se empeñan en decir que ‘la universidad ya dijo lo que tenía que decir’, nosotros sabemos que no es sino el comienzo. Ni la situación de cursada, ni el mantenimiento, ni los insumos, ni los salarios han recuperado nada de lo perdido. En las asambleas decíamos no saber si hay condiciones para un próximo cuatrimestre. Para el Gobierno y los Yacobitti que lo sostienen las hay. Para ellos alcanza con que ‘la puerta permanezca abierta’ y nos arreglemos como podamos, esas fueron las palabras que usó Adorni, vocero de Milei.

Las condiciones no han cambiado y tampoco el rumbo del Gobierno. La noche anterior a la marcha Milei hizo uso de la cadena nacional para presentar como un éxito su plan de gobierno. Pero su método de asfixia del Estado también alcanza a la industria. El resultado es que la recaudación cae estrepitosamente y el déficit fiscal se agrandará en lugar de achicarse. El Gobierno avanza sin horizonte a sabiendas de las luchas que se aproximan. Por eso golpear a la Universidad tempranamente es estratégico, dado el rol del movimiento universitario en las luchas decisivas de los trabajadores como las que se aproximan.

Las próximas asambleas van a tener continuidad en la medida en que sean más decididas en enfrentar al gobierno de Milei con la finalidad de echarlo. Y en tanto sean más contundentes en las medidas de acción propia, como la toma de la facultad y como el corte de calle. Este último se votó a favor varias veces en Exactas, incluso en la última gran asamblea del playón, pero quedó en la nada. Que no haya habido toma ni corte se debe a que aún no hemos logrado delimitar al movimiento universitario de los cómplices de Milei, como son la gestión de los Yacobitti y las fuerzas políticas que lo acompañan en el Congreso. Pero por sobre todo se debe a que aquellos que estábamos más decididos en delimitarnos nos presentamos atomizados y sin un agrupación propia, que nos permita tener una estrategia unida al intervenir.

En vistas a próximas asambleas y luchas que están planteadas, sostenemos el planteo de la consigna “Fuera Milei” y la propuesta de enfrentarlo desde Exactas con medidas antiprotocolo como es el corte de la autopista Cantilo y con medidas anti-Yacobitti, como la toma de los edificios de la universidad. Así también creemos que Exactas y la UBA tienen que ser parte, como ya lo son universidades de Estados Unidos y Europa, de una lucha esencial: la lucha contra el genocidio del pueblo palestino ejecutado por el Estado de Israel con la armas de la OTAN.

Si estás de acuerdo en armar una agrupación de estudiantes y docentes con esta orientación, unámonos y sumemos fuerzas.

Agustín Martínez (docente de Computación) y Nahuel Rabey (estudiante de Datos) agustin@dc.uba.ar nahuelrabeywork@gmail.com

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