Escribe Anahí Rodríguez
Organicemos clases públicas y movilizaciones.
Tiempo de lectura: 3 minutos
A casi un mes de la gigantesca movilización en defensa de la universidad pública que reunió más de un millón de personas en las calles de todo el país, los rectores y las burocracias de los distintas centrales y federaciones que agrupan a la docencia universitaria pusieron un freno para impedir que el proceso de rebelión iniciado se extendiera y afirmara. Fue una política deliberada, de una dirigencia desbordada por la irrupción de las masas juveniles y de los trabajadores. En todo ese proceso el gobierno no hizo ni un solo ofrecimiento salarial a docentes y no docentes. Mantuvo sólo el 70% de aumento para gastos de funcionamiento en todas las universidades (anunciado el día antes de la movilización del 23 de abril). Luego se dedicó a negociar con los rectores, haciendo arreglos por separado.
Está semana se hizo público que el gobierno nacional otorgó un 270% de incremento para gastos de funcionamiento para la UBA y un 300% para gastos de los hospitales dependientes de ella, pero 0% para el resto de las 60 universidades del país. En esta negociación, quedó claro el “toma y daca” de la negociación. El bloque que responde a Emiliano Yacobitti, vicerrector de la UBA, votó en el Congreso a favor de la Ley de Bases.
Esto ha generado una crisis en el propio CIN. El resto de los decanos emitieron un comunicado subrayando que les parece “inadmisible y provocador” que se reconozca para una sola universidad el reajuste presupuestario y no para el resto. Los rectores también pugnan por asegurarse un presupuesto que atienda los gastos administrativos, sin importar el salario de la docencia y no-docentes.
Sin embargo, la UBA no es la única beneficiada. Tras el apoyo de los diputados radicales a la “Ley Bases”, el gobierno le pagó a Rodrigo de Loredo con la restitución de la Universidad de Río Tercero en Córdoba. Está era una de las cinco universidades que, a partir del 26 de febrero, fueron cerradas por resolución. Está semana Sandra Petovello firmó la designación nuevamente como rector de esta universidad al radical Pablo Yannibelli.
En paralelo a esto se ha vuelto a reunir el Frente Sindical de Universidades Nacionales (CONADU H, CONADU, FEDUN, CTERA, FAGDUT, FATUN, UDA) resolviendo impulsar marchas de antorchas el miércoles 22 y un nuevo paro nacional docentes y no docentes para el 23 de mayo.
Han dejado pasar un mes desde la histórica jornada del 23 de abril para que los ánimos se enfriaran. Medidas aisladas y dilatadas en el tiempo, sólo sirven para desgastar y desmoralizar a la docencia. El Frente Sindical se niega a impulsar una lucha a fondo, que no puede ser otra que la huelga general educativa, la ocupación de las universidades, las movilizaciones masivas, la convocatoria a una lucha conjunta a los estudiantes y al conjunto del pueblo trabajador. El sello vaciado que es la FUA hasta ahora tampoco se ha pronunciado.
En esta perspectiva, la ADIUNT ha convocado para el próximo 22 a una concentración, a las 18.30hs, en la Facultad de Derecho para marchar hasta la plaza Independencia.
Previamente a la marcha se realizarán reuniones de coordinación con los sectores estudiantiles que se están organizando por el boleto estudiantil, tanto de capital como del interior; con secundarios que se han pronunciado en contra el decreto del gobernador Jaldo, quien pretende asegurar la “paz social” criminalizando a la juventud, impulsando diversas medidas represivas sobre el estudiantado; se realizarán asambleas en las escuelas y facultades y clases públicas para nutrir a la misma con los reclamos de los diferentes sectores.
De esta manera, se procura garantizar una gran marcha y un paro masivo el 23. Ese mismo día está prevista realizar una asamblea general que haga el balance de la jornada y resuelva en consecuencia.