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La ola de despidos arrecia en la industria, en la obra pública, en el Estado y en los comercios. Arrancó con suspensiones, adelanto de vacaciones y retiros voluntarios. Hoy, los medios reflejan que hay despidos masivos en varias grandes empresas. Un informe de la CEPA calcula que en el primer trimestre del año se perdieron 100 mil puestos de trabajo. Por otro lado, un informe de Clarín plantea que ya son, hasta abril, 150 mil puestos de trabajo registrados.
La lista de fábricas con suspensiones, despidos y adelantos de vacaciones es inabarcable en un artículo: el uso de la capacidad instalada es del 53,4 %. En líneas generales, los primeros impactados son los miles de tercerizados y contratados, que fueron desvinculados prácticamente en todos lados. La precarización laboral -que la CGT avala explícitamente- es una herramienta que hace muchos años horada la posibilidad de defensa de los puestos de trabajo.
En la última semana tuvimos despidos de trabajadores efectivos en el comercio (Coto, Jumbo, Diarco), en Fate (que se suman a los despidos masivos en Bridgestone y a los retiros voluntarios en Pirelli), en Acindar, en Pepsico Mar del Plata, en General Motors, Whirlpool, FV, Ferrum .
Las suspensiones abarcan prácticamente a toda la industria; son casi siempre con reducción salarial y, si no son enfrentadas adecuadamente, preparan las condiciones para futuros despidos masivos. Incluso en fábricas no tan afectadas por la baja productiva, como Granja Tres Arroyos, la patronal anunció la paralización de la fabrica los días viernes. Acindar va a una segunda parada de planta que significa suspensiones a centenas. En la línea blanca de la UOM, que fabrica heladeras, termotanques, etc., las suspensiones son generalizadas. Toyota abrió un proceso de retiros voluntarios para 400 trabajadores, mientras que Renault lo hizo para alrededor de 270.
La situación en el empleo estatal y en la construcción es todavía peor. El gobierno de Milei se jacta de haber avanzado con miles de despidos, mientras prepara más. La lucha de los sindicatos estatales frente a esta ofensiva no pasa de acciones aisladas por establecimiento sin convocar una huelga indefinida que ponga fin a los despidos. En la construcción el derrumbe es total: entre la obra pública y el empleo privado, se calcula que se perdieron 46.249 puestos de trabajo en el primer trimestre (12.949 en marzo).
La lucha contra los despidos y las suspensiones está fuera de la agenda de la CGT. En esta etapa, intentan incidir en favor de distintos sectores industriales en las negociaciones que se llevan adelante en el Senado alrededor de la discusión de la Ley Bases. En declaraciones de Pablo Moyano a la radio Futurock, dijo que “les guste o no les guste a los nuestros, a los de enfrente y a los empresarios, la CGT está llevando adelante la resistencia”. Entre los supuestos hitos en esa lucha, mencionó los paros generales, 'domingueros' y sin perspectivas. Luego reafirmó que "estamos convocando a una gran movilización para el día del Senado cuando se trate la ley Bases". Otro sector de la CGT, con Gerardo Martínez de la UOCRA a la cabeza, discutía hace unos días si se incorporaba o no al nonato “acuerdo de mayo”.
El otro punto de la agenda cegetista es el lugar que ocuparán los dirigentes sindicales en el rearmado pejotista de cara a las legislativas del 2025 y las generales del 2027. Para Pablo Moyano, los votos otorgados por el peronismo a la Ley Bases en Diputados, se debieron a la ausencia de un conductor claro del partido. Como se ve, la agenda de los dirigentes de la CGT, incluído Moyano, es extraña a los intereses de los trabajadores: no están los despidos, pero tampoco la defensa de las paritarias, ni de las jubilaciones, ni la defensa de la educación pública, ni nada.
La violenta avanzada contra los puestos de trabajo, de todos modos, recién arranca. El cuadro de depresión económica plantea un escenario a largo plazo. En ese marco, es extremadamente nocivo para los trabajadores que el lugar de los métodos, la agenda y el programa de la resistencia gire en torno a la CGT. La ofensiva reaccionaria del gobierno plantea a los trabajadores el desafío de reorganizar sus métodos de organización y lucha.
Luchemos contra los despidos masivos Por la apertura de las cuentas patronales y el reparto de las horas de trabajo. Nota de tapa de Política Obrera N° 95 edición impresa, 15/05/2024.