La derogación de la Ley de Lemas en Santa Cruz

A instancias del gobernador Vidal, la Legislatura derogó la Ley de Lemas en Santa Cruz, vigente desde 1988. Se trata del sistema que le permitió al kirchnerismo perpetuarse durante casi tres décadas. Incluso cuando su candidato principal perdiera, la sumatoria de lemas y sub-lemas, les permitía imponerse, burlando la voluntad popular. Pero este régimen, ahora derogado, ya había demostrado ser obsoleto. En las últimas elecciones, sin embargo, el kirchnerismo, con cuatro candidatos a gobernador y cientos de candidatos a diputados y concejales, perdió la gobernación y las principales municipalidades.

Poco antes de dejar la gobernación, Alicia Kirchner había anunciado su intención de derogar la Ley de Lemas. La votación en la Legislatura fue unánime, es decir contó con el apoyo de los diputados K. La estafa electoral de la que todos hablan ahora -y que tiene versiones todavía vigentes en muchas provincias- fue utilizada por todos los partidos, menos por la izquierda.

La atomización política que implicó la Ley de Lemas no fue solamente un ardid, también refleja la crisis de los grandes partidos patronales, que no será revertida, por supuesto, por su derogación. Por caso, la declinación y dispersión de los partidos históricos de la burguesía decantaron en la llegada de la Libertad Avanza y Javier Milei a la Casa Rosada.

Por otra parte, la derogación de la Ley de Lemas tampoco le otorga blasones democráticos al gobernador Vidal, pues sus senadores fueron clave para viabilizar la aprobación de la “Ley Bases” – firmaron el dictamen y, aunque votaron en contra en general, ausentarse en la votación en particular, permitió dejó correr golpes brutales a los derechos laborales de la clase obrera y la delegación de poderes al gobierno de Milei. Vidal continúa pagando deuda fraudulenta de los K, habilitando la privatización de YCRT y mantiene bajo permanente amenaza de reforma de la Caja Previsional.

Fuera la Ley de Lemas y fuera el gobierno antiobrero de los poderes delegados.