Congresala de ATSA despedida por luchar es reincorporada

Escribe Julio Gudiño

Otra victoria para el movimiento obrero de zona oeste.

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El jueves pasado, luego de seis meses de una dura lucha política, el Tribunal Nº 2 de Morón dictó medida cautelar favorable para María Caldez y ordenó a la Clínica Provincial de Merlo a “reintegrarla a su puesto de trabajo original, en iguales condiciones laborales a las existentes a la fecha de su cese”. Caldez es congresala de ATSA y compañera de lucha de Gallardo, otro congresal de ATSA recientemente reincorporado.

Caldez y Gallardo fueron despedidos a pesar de tener fueros gremiales junto a otros 80 trabajadores, a principios de enero de 2024, porque ellos se pusieron a la cabeza de la lucha por la defensa del convenio de trabajo, por el pago en tiempo y forma del salario y por el cumplimiento de los acuerdos paritarios firmados por FATSA y las cámaras empresarias. La patronal intentó justificar los despidos en una supuesta crisis que nunca demostró y que hoy es a todas luces falsas, porque luego de los despidos masivos la empresa incorporó trabajadores monotributistas y los compañeros que quedaron trabajando denunciaban que había mucho trabajo y los obligaban a hacer horas extras en negro.

La reinstalación de los congresales en sus puestos de trabajo es un espaldarazo enorme para continuar la lucha por todos los reclamos planteados, ya que los trabajadores vuelven a tener su representación gremial en el lugar de trabajo, lo que permite profundizar la organización y unidad de toda la clínica. Por otro lado, el ingreso de Caldez y Gallardo moralizó fuertemente al colectivo de trabajadores que vieron con sus propios ojos que la lucha rinde y que se puede vencer cuando hay determinación y disposición a la lucha. La primera gran batalla consistió en plantarse frente a los despidos y ante la patronal que intentó quebrarlos de mil maneras, incluso por medio del hambre (ambos son jefes de familia). Luego, los congresales pelearon por mantener el vínculo con los trabajadores despedidos y con los trabajadores activos por medio de volanteadas donde desnudaron que el objetivo de las cesantías consistía en dejar afuera a trabajadores con antigüedad y derechos para incorporar personal precarizado, intensificar los ritmos de trabajo y meter la polifuncionalidad violando el convenio colectivo de sanidad.

Párrafo aparte merece la claudicación de la dirección burocrática de ATSA zona oeste, que no movió un dedo para defender a sus congresales y reclamar su reinstalación sentando un precedente nefasto para la lucha de la clase obrera. Su política consistió en ablandar junto a la patronal a los congresales para que arreglen y se vayan de la clínica, dando la espalda al mandato de los trabajadores. D’Andrea dio vía libre para que la patronal y sus costosos abogados quebraran la moral de los compañeros y por este medio la moral de todos los trabajadores de la clínica.

El ingreso de Caldez fue muy emotivo porque toda su familia se movilizó a las puertas de la Clínica para compartir este triunfo. Estaban allí sus hijos, su hermana Liliana y sus sobrinas y la alegría de trabajadoras y trabajadores que se enteraban de su reincorporación. Planteó que su ingreso es resultado de “la lucha de los obreros” y llamó a “unirse y a continuar la lucha por todos los reclamos pendientes”.

VER EL SIGUIENTE VIDEO:

María Caldez, compañera congresal de ATSA en la Clínica Provincial de Merlo es reinstalada en su puesto de trabajo

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