Municipales de San Isidro: necesitamos una lucha en serio

Escribe Juan Linarello

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En los últimos días, el Intendente de San Isidro, Ramón Lanús, ha presentado una oferta paritaria del 15 % para los empleados municipales perteneciente al segundo trimestre del año. Dicha propuesta fue rechazada por el sindicato, que previamente había pedido un aumento del 50 % en dos tramos. El intendente, soldado de Milei y Bullrich, gestiona el municipio más rico de la provincia de Buenos Aires, pero sigue al pie de la letra el libreto de ajuste salarial y precarización laboral propio del gobierno liberticida.

Hoy el salario básico de los trabajadores se ubica en torno a los $230.000, aún menos que el salario mínimo oficial, teniendo que estar en algunos casos trabajando horas extra, turnos extenuantes, los siete días de la semana. El municipio entregó unos bonos paupérrimos con la intención de disimular un poco al menos la miseria que se cobra. En lo que va del año, el salario municipal ha perdido cerca del 30 % respecto a la inflación.

El conflicto, en lo que va del 2024, se inició en los primeros días de enero cuando de manera unilateral el Ejecutivo adjudicó un aumento del 15 % para enero y 35 % para marzo. Desde el sindicato (STMSI) sólo se hizo una movilización en las puertas de la municipalidad. La “oferta” del intendente se impuso. Fue el comienzo de una pérdida que deja a los salarios a niveles de indigencia. Actualmente, con casi tres semanas de anticipación, “a lo CGT”, anticipó una movilización a la municipalidad para el miércoles 7 de agosto. Esta vez le sumarán “medidas sorpresivas” previas. El lunes hubo un paro de actividades en los cementerios; el miércoles los barrenderos ficharon, pero permanecieron en la base sin prestar servicio. En los hospitales se decidió hacer reducción de guardia. Omar Arce, secretario general del gremio, manifestó en medios locales que “La semana pasada decidimos hacer asambleas sin avisar y tomar medidas sorpresivas porque si avisamos aparecen presiones extras”. La realidad es que llamar a asambleas sin avisar, como buena burocracia, es para vaciarlas y evitar que se pueda expresar el descontento con la conducción. Además de “sin aviso”, todo por separado. Trabajadores de cementerios un día, barrenderos otro, enfermeras luego. Como se dijo antes, “a lo CGT”, evitar llamar a una gran asamblea, un paro y un plan de lucha de todos los trabajadores, como una parte importante de la base lo pide.

Los trabajadores municipales necesitamos una lucha en serio en defensa de nuestro salario y nuestras condiciones laborales.

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Municipales de San Isidro: “municipio rico”, trabajadores indigentes Por Juan Linarello, 18/07/2024.

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