Escribe Pablo Busch
El discipulo de Cavallo anuncia un nuevo sistema ‘on demand’.
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El ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, anunció ayer en un almuerzo organizado por la Fundación Mediterránea, que la "flexibilidad" para despedir que incluirá la reglamentación de la reforma laboral próxima a publicarse. Las indemnizaciones son un punto central de la reforma con la que el Gobierno apunta a bajar el costo de las empresas. El discurso de Sturzenegger resulta clarificador: el Gobierno apunta a poner fin a las indemnizaciones.
En su discurso explicó que "Hay un artículo en Ley Bases que lleva el título de Fondo de Cese que dice que las partes pueden salirse de la Ley de Contrato de Trabajo en lo que refiere a los despidos, un tema medular de la relación laboral. Pero en la reglamentación -que espero salga esta semana- a nivel convenio colectivo van a poder diseñar el esquema que quieran, con la flexibilidad que quieran, a nivel empresa grande, mediana o chica" En el auditorio estaban el presidente del instituto de investigaciones de la Fundación IERAL, Osvaldo Giordano, Cavallo, y empresarios como Sebastián Bagó (Bagó), Roberto Urquía (Aceitera General Deheza) y Marcelo Figueras (Richmond). “Pueden seguir manteniendo la indemnización por ley, un fondo individual como la UOCRA, un fondo solidario a nivel industria o contratar un seguro...el gobierno no dice nada, lo tienen que decidir ustedes, van a tener que tener mucha neurona"
Sturzenegger despejó en su discurso las dudas acerca de la reglamentación de la reforma laboral, en la que los dirigentes de la CGT esperaban un guiño de parte del Presidente de la Nación. Las empresas gozarán de la libertad de elegir un régimen indemnizatorio acorde a sus planes productivos, a la especialización de sus trabajadores, y a los vaivenes del mercado laboral. Por caso, la ola de preventivos de crisis, de despidos y arreglos forzados que recorre a la industria prepara las condiciones para contratar trabajadores encuadrados en la nueva ley vigente.
Del mismo modo que el proyecto de ley del radicalismo que busca derogar la jornada de ocho horas, Sturzenegger anuncia la salida “de la Ley de Contrato de Trabajo” de las indemnizaciones. Pasarán a ser una discusión de fuero privado, “en la que el Gobierno no se mete”. Insiste, tanto como el proyecto de Martin Tetaz, con la trampa de que la modificación requiere el consentimiento de las partes, como si las relaciones obrero-patronales estuvieran signadas por la libertad de las negociaciones y no por la fuerza y la lucha de clases. Es notorio que el gobierno que más bate el parche con la fantasía del consentimiento mutuo obrero-patronal, es el que más lejos ha ido en el cercenamiento del derecho de huelga y en la represión de la manifestación pública.
No sorprende que Sturzenegger dé por sentado la colaboración de los sindicatos de la CGT en la discusión que debe darse, según la versión aprobada de la ley, a nivel de cada convenio colectivo de trabajo. Los sindicatos consensuaron la propia reforma laboral de la Ley Bases que incluye la reforma de la ley de indemnizaciones y en líneas generales, acompañan los planes del gobierno de Milei. La burocracia de la CGT negocia paritarias a la baja en los términos de las proyecciones del ministro Caputo. Los planes de suspensiones y retiros voluntarios son acompañados por la burocracia sindical en el entendimiento de que las patronales son víctimas del ajuste de la macroeconomía, cuando el gran capital está totalmente alineado con el Gobierno, por lo menos en lo que atañe a la contrarrevolución laboral.
La defensa de las indemnizaciones dependerá exclusivamente de la lucha de la vanguardia independiente de los trabajadores.