Universidad de Quilmes: Franja Morada le saca un ´bastión´ al peronismo

Durante la semana del 26 al 30 de agosto, se realizaron las elecciones de 2 centros de estudiantes de la Universidad de Quilmes: CEEA (Economía y Administración) y CECyT (Ciencia y Técnica). Ambos estaban dirigidos por Alianza Universitaria (PJ). El CECSEA (Cs. Sociales y Escuela de Artes), el tercer centro que dirige, tendrá comicios el próximo año. El dato de la elección fue el triunfo de la Franja Morada (UCR) en el centro de Economía.

La elección fue convocada con sólo diez días de anticipación y usada como campaña de distracción en un proceso de paros y luchas de la docencia y el personal de servicio. La agenda electoral de ambos bloques (Alianza y Franja) se redujo a promesas de gestión de los servicios de los centros. En esta ocasión, fue Franja Morada la que apuntó contra los lazos que unen a la Alianza con el Rector Alfonso, para proponer un centro “independiente de la gestión”. La mentira se cuenta sola: Franja Morada está enquistada tanto en la conducción de los centros de estudiantes de la UBA como en su Rectorado, controlado por el radicalismo de Yacobbitti y Lousteau.

Estas elecciones expresan un marcado retroceso de Alianza Universitaria, que perdió un centro de estudiantes y casi pierde el otro. Sus aliados (La Cámpora, la CEPA) no movieron un dedo en su ayuda a la Alianza. En el caso del CECyT, Alianza perdió la mayoría absoluta en la comisión directiva. Si bien su derrota en el CEEA constituye un golpe a su política derrotista, el recambio de Franja Morada tampoco es un paso adelante. Esta agrupación arrancó el segundo cuatrimestre atacando el paro docente, al exigir “previsibilidad” de las clases a un sector en lucha. También adelantó que no convocaría a ninguna asamblea. De conjunto, se asiste a un relevo de la Alianza por Franja en el vínculo con el Rectorado.

La izquierda universitaria, por su parte, ha cosechado tres secretarías en el CECyT, repartidas entre el FIT-U y el Nuevo MAS. Su campaña política se centró en “una secretaría al servicio de la lucha”, pero es claro que la lucha no ‘pasará’ por las secretarías, cualesquiera fueran.

Estas elecciones estuvieron marcadas por la apatía del estudiantado. Entre las dos, sumaron alrededor de 1.200 votos sobre un padrón mucho mayor (cerca de 13.000 estudiantes).

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