37° Encuentro Nacional de Mujeres: balance y desafíos

Escriben Alejandra del Castillo y Gabriela Jorge

Tiempo de lectura: 5 minutos

El 37° Encuentro Nacional de Mujeres, realizado el pasado fin de semana en la provincia de Jujuy, fue cita de decenas de miles de mujeres de todo el país. Los números oficiales señalan que concurrieron 60.000 mujeres, aunque esas cifras no se reflejaron en la concurrencia efectiva a los talleres y en la propia marcha.

Mas allá de la fragmentación en términos identitarios propuesta por la Comisión Organizadora en la disposición de los talleres, el ENM no pudo abstraerse de una realidad cada vez más cruenta sobre las mujeres y nuestras familias y que lleva a chocar de frente contra el poder político. La voluntad de lucha de las docentes, estudiantes, trabajadoras de la salud, compañeras de las barriadas que sostienen las ollas y merenderos, de las familiares víctimas de femicidios se expresó en diferentes talleres, pero más a fondo en los que estuvieron ligados a la temática de educación. Milei ha emprendido una batalla privatista estratégica contra la universidad. El apoyo del Congreso al veto de Milei que fue respondido con la ocupación de más de 60 facultades y universidades se hizo sentir. En paralelo con los talleres, los estudiantes de la UNJU convocaron a una asamblea abierta de estudiantes y docentes en la plaza principal de Jujuy.

El dato distintivo es que la escasa participación de compañeras jujeñas en el Encuentro estuvo sobre todo concentrada en los talleres de la lucha contra el extractivismo y la explotación del medio ambiente y por las tierras, donde intervinieron decenas de compañeras de las comunidades originarias. Por otro lado, en las comisiones de abusos y femicidios, donde se reflejó la impunidad y el recrudecimiento de la violencia hacia la mujer. Jujuy fue cuna de grandes rebeliones contra el poder político en los últimos años, esta trató de ser borrada por la Comisión Organizadora, que se jugó a limitar la concurrencia del Encuentro -un encuentro del activismo- y a sostener una paz social con el gobierno local de Sadir, borrando de los talleres hasta cualquier palabra que remita a esas luchas. La movilización central obvió el paso obligado por la Casa de Gobierno como centro del poder político.

El reflejo del interés de las jujeñas en las comisiones de abusos y femicidios, así como el femicidio que se produjo en la jornada de finalización del encuentro en uno de los barrios más empobrecidos de la capital jujeña reflejan el profundo impasse en el que ha entrado aquella rebelión que tenía como protagonistas a jóvenes y niñas que, en toda la provincia de Jujuy, produjeron movilizaciones y puebladas. Pero sobre todo mostró la inviabilidad del camino de la cooptación estatal del movimiento, bajo la Ley de Emergencia en Violencia de Género que ha sido incapaz de resolver o siquiera atenuar la violencia hacia la mujer.

Los aparatos sindicales y políticos del kirchnerismo y peronismo llevaron el planteo de aplazar las luchas hasta el 2025 para castigar a Milei con el voto. La burocracia sindical, coautora de la reforma laboral, fue a transmitir impotencia y a justificar su colaboración con el gobierno. En el caso de los talleres de educación, defendieron la deriva parlamentaria, con la llamada Ley de Financiamiento Universitario, y la actual expectativa en la discusión del presupuesto 2025 en el Congreso. El FIT U, a su turno, coreó en todos los talleres su reclamo a que la CGT y CTERA convoquen a un paro, atando a lucha a la voluntad de la burocracia y privando de una perspectiva que ponga en pie a la clase obrera a través de las autoconvocatorias y coordinadoras y la huelga general. Este es el caso de la corriente femenina del aparato del PO que agitó “Fuera Milei”, atando la huelga a la disposición de la burocracia.

Nuestra delegación

Una delegación de 150 compañeras de Política Obrera, compuesta por jubiladas, trabajadoras de la educación, estudiantes, docentes universitarias y activistas del movimiento de desocupados participó de la deliberación en los talleres y en diferentes acciones callejeras con el foco puesto en la lucha contra el gobierno Milei y su política de guerra contra las mujeres trabajadoras. Al finalizar la primera jornada, desarrollamos una radio abierta con la intervención de destacadas compañeras de lucha y participamos de una marcha contra los femicidios. En la movilización central del sábado, nuestra columna terminó con un acto de lucha en las puertas de la Casa de Gobierno.

En el escenario de inmensas movilizaciones del 8M, el 24M, las universitarias y la toma de más de 60 facultades y universidades, promovimos que el movimiento de la mujer trabajadora se dé cita en una multitudinaria marcha el 25 de noviembre para derrotar al gobierno criminal contra la educación, la salud y el trabajo. Señalamos la oportunidad de que el Encuentro vote un plan de lucha contra la guerra declarada de Milei al movimiento de mujeres y al conjunto de la clase obrera. También tuvo lugar en los talleres una intervención para señalar la solidaridad con nuestras hermanas palestinas y la lucha contra el gobierno de la Guerra, señalando que no hay violencia más grande que la que el poder político impulsa contra las trabajadoras mediante la pobreza, miseria social y la guerra.

Señalamos en cada una de las tribunas de la lucha educativa que estamos en una nueva etapa de la lucha universitaria. El camino de las ocupaciones y la acción directa es la clave para derrotar al gobierno privatista, proponiendo la coordinación de las tomas y las acciones directas en preparación de una huelga general educativa.

Perspectivas

La integración de la cúpula del movimiento de la mujer al gobierno de los Fernández ha dado como resultado un inmovilismo y hasta la complicidad del peronismo y del kirchnerismo que bajo la identidad de género y el pluriclasismo se manifiesta contrapuesto para el desarrollo de un movimiento de masas de la mujer que enfrente y derrote la guerra declarada por el gobierno contra la mujer y la clase obrera más en general.

Una conclusión ineludible es que el problema está en superar a una dirección feminista burguesa que se ha colocado bajo la tutela el Estado, institucionalizado la lucha de la mujer y la ha vuelto indolora. Frente al cambio de situación ha sido incapaz de virar y dar una respuesta en momentos en el que recrudece la violencia hacia la mujer e incapaz de armarla para esa batalla. La superación de la bancarrota de esta dirección va a estar atada a las irrupciones del conjunto de la clase obrera contra la de guerra de clases declarada por Milei y donde la lucha de la mujer se revalida como una lucha política contra el régimen político y social, vinculada a la clase obrera. En esto hemos concentrado nuestra intervención en el Encuentro y será la guía para preparar un importante contingente de trabajadoras el próximo 25N que refleje la lucha por poner en pie un poderoso movimiento de mujeres socialistas.

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