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La lucha universitaria entró en una nueva fase, luego de que Milei impusiera el veto a la Ley de Financiamiento Universitario con el apoyo del PRO, de los gobernadores peronistas y el radicalismo. La respuesta inmediata la han dado los estudiantes mediante asambleas autoconvocadas, en algunos casos previas incluso a la sesión del Parlamento, que han procedido a ocupar facultades y rectorados de numerosas universidades. Todo esto tuvo expresión en el 37° Encuentro Plurinacional de Mujeres en Jujuy.
La Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Jujuy, que se encontraba tomada por los estudiantes, fue la sede de los talleres vinculados con la educación. El taller de universidad contó con una concurrencia de más de 300 estudiantes y docentes, por lo que se tuvo que dividir en dos comisiones nutridas en concurrencia, las cuales fueron expresión de la lucha viva que se está llevando adelante contra las políticas antieducativas de Milei. Las estudiantes que tomaron la palabra, en los dos días que duró el debate, dieron cuenta de los procesos organizativos que están viviendo en sus provincias; la mayoría denunció las trabas de las propias burocracias que conducen los centros estudiantiles, buscando bloquear por todos los medios los procesos de tomas, al igual que el papel de bloqueo que jugaron las autoridades, o sectores de la burocracia sindical. En todos los casos el planteo fue seguir extendiendo el proceso de ocupaciones y la preparación de una nueva marcha federal educativa.
Las compañeras de ADIUNT -el sindicato de la docencia universitaria de Tucumán- criticaron la encerrona parlamentaria a la que se había llevado la lucha universitaria, haciendo hincapié en la necesidad de darle fuerza a las acciones de ocupación con la huelga docente. Estos planteos generaron una polémica con las dirigentes de CONADU Histórica. Claudia Baigorria, secretaria de Formación de la CONADU H y secretaria general de la CTA A de Santa Fe, defendió la Ley de Financiamiento Universitario como un “proyecto de unidad del FITU, la UCR y los peronistas”, que surgió luego de la marcha del 23 de abril, y comparó el proceso universitario con el de la “marea verde”, donde el proyecto del IVE fue presentado de manera reiterada en el Congreso hasta obtener la sanción. Con estos planteos, Baigorria procura minimizar el vaciamiento y, en consecuencia, el fracaso al que han llevado el proceso de lucha huelguística que se había abierto en las universidades en el segundo cuatrimestre, atando los reclamos a la agenda del Congreso, un Parlamento donde todas las fuerzas han demostrado su vocación colaboracionista con el Gobierno. Así lo demuestra que hasta el día de hoy no han dado de baja el DNU 70, le votaron la Ley Bases con delegación de poderes incluidos, validaron el veto a la movilidad jubilatoria, aceptan sin revocar el protocolo represivo de la Bullrich y Milei, y así podríamos seguir. Lejos de sacar una conclusión de todo esto, Baigorria anticipó que la política de la conducción de CONADU H va a consistir en volver a la política de presión al Congreso, ahora en relación al presupuesto 2025.
Una de las fuerzas ausente en los talleres fue el PTS. Recién aparecieron el segundo día, con una acción de aparato, sólo para proponer levantar los talleres de universidad del encuentro para asistir a una supuesta “asamblea interfacultades” en la plaza central. La “asamblea interfacultades” fue un fraude, pues apenas participaron unas 150 mujeres, el 90 % de ellas encuadradas en los aparatos del FITU, y el evento, lejos de ser un espacio de debate para sacar conclusiones y resolver acciones comunes como, por ejemplo, coordinar la defensa y ampliación de los procesos de tomas, se transformó en una suerte de acto del FITU. Solo hablaron tres oradoras de cada fuerza política y algunos estudiantes independientes que se habían acercado. Luego de la “foto de la asamblea interfacultades” la misma se terminó levantando, sin resolver nada de nada, porque ya estaba pegada al horario de la marcha.
Las compañeras de Política Obrera intervinieron en los talleres y en la asamblea interfacultades para caracterizar el proceso de autoconvocatorias que se están llevando adelante desde el movimiento estudiantil, como expresión de una tendencia a la rebelión estudiantil y educativa. Propusieron transformar el paro convocado por el Frente Sindical del jueves 17 en un día de movilización nacional y que la semana del 21 se impulse una gran huelga, en el marco de la cual se pueda concretar la 3ra marcha federal educativa. En este sentido también se polemizó con las tendencias que caracterizan que la universidad es “un espacio para el ascenso social” cuando, bajo este régimen capitalista, la universidad sólo reproduce la precarización y la explotación y, en consecuencia, la lucha educativa debe orientarse a una lucha de conjunto para acabar con este régimen y abrir una salida política de los explotados.